Luis Contreras León
División: Chuquicamata
Edad al ser detenido: 33 años
Cargo: Empleado en el Departamento de Seguridad y Prevención de Riesgos de Chuquicamata
Luis Contreras León era un nortino de tomo y lomo, y el mayor de diez hermanos de una familia que se movió por diversos campamentos salitreros, debido al trabajo minero de su padre. A fines de los años ’50 se radicaron de manera definitiva en Calama.
Lucho —como lo recuerdan sus cercanos— era objeto de admiración de sus hermanos. A todas luces, un referente. “Nosotros quedamos huérfanos de madre cuando yo tenía 11 años ―recuerda Roberto―. Él tenía más edad, entonces yo me pegaba a él”. Una navidad, Luis llegó de sorpresa con el regalo que Roberto más anhelaba, una pistolita de madera que disparaba balines de plástico. “Nunca lo olvidaré”, asegura
Desde joven salió a ganarse la vida para aportar al hogar. Su personalidad siempre amable y amistosa, y una actitud abierta, lo hizo muy querido y lo alzó como líder natural en los diversos sindicatos y comunidades en los que participaba, como la Central Unitaria de Trabajadores en su capítulo calameño. “Le gustaba defender a los trabajadores y hablar de los temas sociales”, comenta Roberto.
“Se casó, tuvo tres hijos y seguimos unidos. Me decía ‘anda pa' la casa, la Felipa te va a servir tecito’, y yo iba", añade su hermano.
Fuera del trabajo, su mayor pasión era jugar a la pelota. Hincha acérrimo de Colo-Colo, solía seguir los partidos por radio y, junto a sus hermanos, compitió en ligas amateur en Calama. También disfrutaba del folclor chileno. Sus grupos favoritos eran Quilapayún, Los Jaivas e Illapu. “Le gustaba la música de protesta”, afirma Roberto.
“Con mis hermanos siempre recordamos cuando íbamos los domingos a las terrazas del Río Loa, y cuando nos llevaba a comer helado al Mejillones, una heladería en Calama”, relata Ana María, su hija. “Siempre me cantaba ‘Mira niñita’ de Los Jaivas. También era fan de Nicola Di Bari; cantaba a todo pulmón ‘Lisa de los ojos azules’”, añade.
Luis era militante socialista y tenía 33 años cuando fue detenido por efectivos policiales el 22 de octubre de 1973, siendo trasladado a la subcomisaría El Loa. El 25 del mismo mes se les comunicó a los familiares que había sido dejado en libertad, sin entregarles más información.
Pese a las innumerables diligencias realizadas por su familia para dar con su paradero, no obtuvieron respuesta de las autoridades responsables. En diciembre de 1990, por un hecho fortuito, se encontró su cuerpo completamente desnudo y con signos de haber sido torturado en la mina de cobre llamada "La Tetera", ubicada dentro del perímetro que comprende la mina de Chuquicamata, en la ruta hacia San Pedro de Atacama. Fue exhumado y posteriormente sepultado.
Luis fue una de las 26 personas asesinadas en la infame operación “Caravana de la Muerte”, en su episodio de Calama. En septiembre de 2022, la Corte Suprema condenó a ocho exmilitares por su participación en estos hechos, con penas que van desde la cadena perpetua hasta 12 años de presidio. Asimismo, el máximo tribunal revocó la absolución de otro ex uniformado, quien finalmente fue condenado a 16 años de cárcel.