La División Radomiro Tomic, consciente de la importancia del desarrollo de actividades de protección al medio ambiente y de generar zonas de vegetación asociadas a los centros mineros e industriales, se propuso el desafío de forestar el desierto más árido del mundo. Entre los logros obtenidos están el Convenio suscrito con CONAF en 1998, para forestación de 13 hectáreas con 5 mil especies adaptables al ambiente árido y la altura. En la actualidad, la actividad está centrada en la mantención de estas plantaciones y en la generación de nuevas áreas verdes. La reforestación es considerada por la División como una de las tareas importantes dentro de las acciones relacionadas con el medio ambiente.