Sustentabilidad

Una oportunidad de sustentabilidad y negocio para Codelco

El Protocolo de Kioto restringe las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en los países desarrollados y permite que empresas como Codelco vendan sus reducciones de contaminación.

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Con la entrada en vigencia del Protocolo de Kioto ha comenzado a operar el mercado de los bonos de carbono, gracias al Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL). Se estima que Codelco podría obtener ganancias de más de un millón de dólares al año con este mecanismo. El MDL permite que empresas de países que no están obligados a reducir sus emisiones, como Chile, vendan certificados de reducción a naciones que lo necesiten, situación en que se encuentran cerca de 30 países industrializados. De esta manera, una compañía certifica que evitó la emanación de determinada cantidad de CO2 y lo vende a un país que requiere reducir sus propias emisiones. Richard Aylwin, jefe de Desarrollo de Productos y Marketing, explica que Codelco quiere aprovechar una posibilidad que ofrece el protocolo para certificar retroactivamente las reducciones de emisiones ejecutadas desde el año 2000, plazo que vence el 31 de diciembre de 2005. "Las iniciativas de conversión de combustible a gas natural han generado una buena cantidad de reducción de emisiones. Si logramos presentarlas antes de esa fecha, podríamos venderlas", afirma.

Diferencias con el negocio puro Aylwin cuenta que el 2003 no era tan claro el beneficio de vender, pues los precios eran bajos y para que un plan de reducción de emisiones sea considerado MDL debe ser voluntario y no forzado.

Hoy se aceptan otros criterios y los compradores ya no establecen en sus contratos cláusulas que multan a los vendedores si no pueden cumplir con su compromiso por fuerza mayor.
Los detractores El Protocolo pretende que mediante el MDL se reduzcan las emisiones de los países comprometidos, pero han surgido detractores que creen que las empresas generadoras de emanaciones compran barato un sello verde para seguir operando. Aylwin piensa que sin el Protocolo las empresas igual seguirán generando GEI, ya que éste es un instrumento más y no pretende solucionar el problema por si mismo. Cree razonable atender las críticas, pero se debe considerar el Protocolo como un primer paso cauteloso. "Si uno impone una medida drástica que deja a la mitad de las empresas en el suelo, simplemente no se va a respetar".

Origen del protocolo
El grave fenómeno del calentamiento global comenzó a discutirse a nivel internacional en 1992, en la Cumbre de la ONU sobre el Medio Ambiente realizada en Río de Janeiro. Pero fue en 1997 cuando 34 países industrializados se reunieron en Kioto, Japón, para buscar una forma de reducir las emisiones de dióxido de carbono, principal responsable del efecto invernadero. La principal conclusión fue que se debían fijar cuotas de emisión de acuerdo a la población y nivel de desarrollo de las naciones. El acuerdo establece que los países desarrollados reducirán en promedio 5,2% sus emisiones de GEI entre 2008 y 2012. Los 106 países en vías de desarrollo tendrán que informar sobre sus niveles de emisión y sobre sus intentos por disminuirlos.

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