El proceso de biolixiviación de cobre tiene las siguientes ventajas:
- Evita las emisiones de polvo, dióxido de azufre y arsénico, que generan las fundiciones. Además, el proceso no produce ruido.
- Se adapta a concentrados de cobre con altos niveles de arsénico u otras impurezas, lo que permite recuperar el mineral contenido en ellos y que las fundiciones descartan.
- Los equipos usados son simples y de menor costo, por lo que la tecnología es favorable en lugares apartados y con difícil acceso a apoyo técnico y tecnología especializada.
- El tiempo de construcción de la planta es reducido.
- La solución de descarte, rica en ion férrico, ácido y microorganismos, puede ser utilizada para recuperar cobre en pilas y botaderos.
- El proceso produce cantidades importantes de calor, que puede canalizarse hacia otras operaciones.
Estos microorganismos no pueden crecer en plantas, insectos o animales. No son agentes patógenos y no presentan efectos adversos para el ser humano.