Esta actividad conjuga el compromiso social con los usos innovativos del cobre.

Profesionales de Procobre están a cargo del entrenamiento, similar al otorgado por el organismo a estudiantes de arquitectura y técnicos en construcción interesados en las aplicaciones del metal rojo.

"El cobre es un material de moda entre arquitectos y público en general porque tiene un proceso ecológico. En Chile se está utilizando mucho en casas ubicadas en el litoral. Así que tenemos reales expectativas laborales y de negocio", explica el arquitecto Darío Rodríguez de Procobre durante su clase teórica dictada en Colina I.

"Esta capacitación en tejuela me parece muy buena, porque parece que tiene mayor proyección en lo económico. Más adelante quizás Codelco pueda también ayudarnos a instalar un taller fuera de acá, que vaya recibiendo a todos los que vamos saliendo, para así nunca más volver a este lugar", dice Hernán Moya, uno de los asistentes al curso.

Este curso es una iniciativa heredera del taller de orfebrería en cobre realizado el año pasado en el penal con el apoyo de Codelco. Estos alumnos pudieron exponer sus trabajos ese año en la Galería Cultural de Codelco en Santiago.

"Codelco pone los materiales y la instrucción, nosotros las hacemos y les cobramos por la fabricación. La herramienta laboral que van a recibir los muchachos que participan de este taller es fundamental: van a ser maestros de un producto que es nuevo. Si las proyecciones que se tienen de su uso se cumplen en un 50%, tenemos asegurado el trabajo de estas personas una vez que salgan en libertad", asegura Roberto Muñoz, jefe de producción del sector laboral del recinto carcelario.

Tras un mes de formación, los reclusos seguirán trabajando bajo la supervisión del orfebre Enzo Páez, quien dictara el curso de orfebrería. A los seis meses se realizará una evaluación y dependiendo de la respuesta del mercado, la actividad se prolongará durante 2005.