El indicador más conocido dentro del Inventario de Ciclo de Vida del Cobre es la huella de carbono. Ésta mide la cantidad de gases de efecto invernadero, principalmente CO2, que se emiten para producir, en este caso, una tonelada de cobre, bajo una forma determinada (concentrado, ánodo o cátodo).

La cantidad de gases está determinada por factores directos, relacionados con el proceso que se lleva a cabo dentro de la empresa; e indirectos, que son determinados por terceros, como el desempeño de las plantas generadoras de energía eléctrica.

La huella de carbono es, entonces, un atributo de un producto generado en un período específico de tiempo y con una tecnología determinada. No se debe confundir el concepto de huella de carbono con el de inventario de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). La huella de carbono es un indicador de intensidad de emisiones; mientras que el inventario de GEI simplemente refleja las emisiones totales, sin importar cuánto ni qué se produjo.

Codelco, pionero en la industria nacional

Codelco calcula la huella de carbono de sus productos de cobre desde 2005. Este indicador puede fluctuar entre 1,5 y cerca de 7 toneladas de CO2 por tonelada de cobre fino, dependiendo del tipo de producto (concentrado o cátodo), la línea de proceso usada, la División donde se produjo y el año de referencia.

La configuración de la matriz energética del país tiene un impacto muy relevante sobre la huella de carbono, ya que la energía eléctrica consumida es responsable de más de la mitad de la huella de carbono de los productos, como se observa en el gráfico.

El esfuerzo por determinar la huella de carbono responde a la demanda de información por parte de industrias que utilizan cobre en sus ciclos productivos, especialmente en mercados desarrollados como la Unión Europea, donde la tendencia es sancionar o prohibir productos que tengan compuestos que impliquen riesgos para la salud o el medio ambiente.

La huella de carbono es un indicador específico para cada unidad de producto (concentrados, ánodos, cátodos electrorrefinados, etc.). Actualmente, se está discutiendo la elaboración de estándares internacionales para la definición de la huella de carbono en la minería internacional, ya que su inexistencia genera criterios metodológicos dispares que pueden diferir significativamente y llevar a que se hagan comparaciones inapropiadas.