Codelco lleva adelante un proyecto que supondrá la creación de un área protegida alrededor del tranque Carén -depositario de los relaves de división El Teniente-, que demostrará la posibilidad de coexistencia sustentable entre estos residuos y el ecosistema circundante.

Los tranques de relaves han significado calificar a la minería como una actividad altamente contaminante debido a que inundan un gran espacio de suelo con los desechos que genera la explotación de minerales; sin embargo, Codelco busca demostrar que todo el ecosistema que está alrededor del tranque puede ser protegido y tener un uso sustentable.

Para ello, la Corporación firmó el 22 de noviembre del año pasado, un convenio con la Facultad de Agronomía de la Universidad Católica de Chile para la "Caracterización del territorio y evaluación del uso sustentable de la hacienda Loncha", que propondrá un plan de uso múltiple, con actividades de conservación del patrimonio natural, recreación, educación ambiental, ecoturismo y programas de desarrollo de las comunidades aledañas.

"La hacienda Loncha, de propiedad de Codelco, y cuyo destino principal es contener el tranque Carén, tiene todos los elementos necesarios para contribuir, además, al desarrollo sustentable de las comunidades circundantes para lo que es fundamental que se ordene territorialmente y se evalúen los sitios y sus posibles usos", explica Santiago Torres, gerente de Desarrollo Sustentable de Codelco.

El tranque de relaves Carén fue construido en 1987 en la hacienda Loncha en Alhué (zona central) y, según cálculos de ingeniería, su proyección de vida útil es de más de 80 años con el nivel de producción actual de la división, lo que significaría que el tranque podría llegar a ocupar 2 mil hectáreas de la hacienda, que tiene una superficie de casi 23 mil hectáreas

Codelco ha llevado desde hace catorce años una larga y concienzuda tarea de investigación, experimentación y vigilancia de las aguas claras descargadas desde el tranque Carén al estero del mismo nombre. Estas experiencias demuestran que en esta zona, las aguas no representan un riesgo medioambiental y que, por el contrario, pueden ser usadas para el riego de cultivos y bebida de animales.