Hasta casi 1970, todos los radiadores de los automóviles eran de cobre. La competencia con el aluminio en este mercado partió hace 30 años, cuando se pronosticó que el cobre se iba a agotar en pocas décadas. Se buscaron sustitutos y el aluminio acaparó el mercado de EE.UU. y Europa.

Ahora ha habido un giro en la tendencia del mercado automotor, porque los radiadores de cobre, por su menor impacto ambiental, debieran inundar otra vez este nicho. En comparación con los de aluminio, los radiadores de cobre requieren para su producción casi un 60% menos de energía; y por su mayor valor tienen más posibilidades de ser reutilizados. Esto, junto con los esfuerzos de exploración de la industria minera, que han eliminado el agotamiento como un problema relevante en el caso del cobre.

La nueva tecnología fue desarrollada por una firma finlandesa y la Asociación Internacional del Cobre, ICA, (agrupa a los 30 principales productores de cobre del mundo entre ellos Codelco), que invirtió cerca de US$ 6,8 millones en estas investigaciones en los últimos 12 años.

Se trata de piezas compuestas por láminas de cobre y tubos de latón, sustentados por la denominada brazing technology: una vez armada, cada unidad pasa por un horno de alta temperatura, quedando inmediatamente soldada.

La industria del cobre apunta a mejorar su presencia en el mercado de reposición, donde el 70% recurre al cobre y el 30% al aluminio. Se trata de una tarea compleja, porque son las propias industrias automotoras las que determinan la clase de radiador que emplearán hasta el 2004.

A la fecha, 7 empresas, repartidas por EE.UU., Japón, Corea, Rusia y Europa, emplean los nuevos radiadores de cobre en sus automóviles. En Rusia, uno de los proyectos más importantes lo lleva adelante la firma "Shadrinsk", que construirá una planta que producirá 350 toneladas anuales de estos nuevos radiadores.
Jürgen Leibbrandt, gerente de Desarrollo de Mercados de Codelco, opina que "la pelea no será fácil. Esperamos lograr esta transformación en forma lenta y sostenida".