Nuevos estudios indican que el cobre ayudaría a combatir el alzheimer, lo que contradice la tesis de que el metal rojo sería una de las causas de esta enfermedad.
El alzheimer es uno de los males más temidos en nuestros tiempos. Aunque no existen cifras concluyentes sobre la cantidad de gente afectada, sí se sabe que es un tema importante. Expertos estiman que el número de afectados podría llegar a triplicarse en los próximos 50 años, debido a la evolución demográfica derivada de la creciente longevidad de la población
Hasta ahora, la medicina no ha podido hacer frente a la enfermedad, pero se hacen numerosos esfuerzos, destacándose los avances logrados por un estudio alemán, el que podría haber encontrado una base esperanzadora para las investigaciones.
Según los científicos, si el nivel de cobre es demasiado bajo, la proteína APP que incide en el equilibrio del metabolismo celular de este mineral, no logra realizar su función e induce a la formación de placas seniles que destruyen las células cerebrales, por lo que una manera posible de combatir este mal sería suministrar algunas dosis cobre a quienes lo padecen.
Esperando más resultados
La nueva tesis contradice lo que se pensaba, en el sentido de que el cobre era uno de los principales causantes de la aparición del alzheimer. Había evidencia científica que daba pie a esa creencia, pero hoy, aparentemente, la situación es distinta, aunque todavía hay quienes sostienen la tesis inicial.
Por esta razón, la International Copper Asociation (ICA) organizó un encuentro en Nueva York, donde importantes científicos discutieron sobre este tema. La reunión permitió conocer lo que se está haciendo y se concluyó que dados los buenos resultados en animales, es recomendable seguir investigando en seres humanos.
Entre ellos estuvo Nibaldo Inestrosa, director del Centro de Regulación Celular y Patología de la U.C., miembro de las academias chilenas y del tercer mundo de ciencias. Inestrosa valora lo avanzado, ya que las primeras investigaciones se realizaron sólo en ratones, arrojando importantes resultados. Reconoce que el trabajo en humanos se hace en muestras muy pequeñas, pero cree que luego de algunos años de investigación se podrían tener resultados potentes que ratifiquen la nueva tesis.
Explica que es difícil contar con un diagnóstico temprano del alzheimer. Por eso, "lo que hay que hacer es tratar a pacientes con potencial riesgo, ya que si comprobamos la relación entre el déficit de cobre y la enfermedad, podremos enfrentarlo preventivamente".
Agrega que "estos resultados están por demostrarse, por lo que deberían hacerse estudios en lugares con alta concentración del mineral, como Chuquicamata. Se podría analizar a los mineros, para determinar si la presencia del alzheimer es menor en ellos que en el resto de la población. Así, se podrían aplicar políticas públicas enfocadas a combatir la enfermedad".
La investigación alemana |
Especialistas de la Universidad de Sarre y la Universidad Libre de Berlín han partido de la idea que los enfermos presentan una concentración de cobre inferior a la habitual en el tejido cerebral. El profesor Thomas Bayer, director de la sección de neurobiología de la Clínica Universitaria de Psiquiatría y Psicoterapia de Homburg-Sarre, es optimista y considera factible que una mayor ingesta de sales de cobre podría mejorar el estado de los pacientes. Para tratar de comprobarlo, dirige un equipo que realiza un estudio con 46 personas afectadas. "A la mitad se les suministra, además de la medicación habitual, un inhibidor de la colinesterasa, ocho miligramos de orotato de cobre, mientras que el resto recibe un placebo", explica Bayer. Hasta ahora, los especialistas se muestran optimistas y destacan que no se han presentado efectos secundarios negativos. Y, aunque aún sería prematuro cantar victoria, se justifica al menos una esperanza de frenar el avance del Alzheimer en sus fases iniciales. |