Durante la operación de las faenas mineras, la minería es fuente de materiales y metales que son indispensables para la vida moderna; además de generar enormes potencialidades para contribuir al desarrollo sustentable de una región y país. El gran desafío está cuando la vida de útil del yacimiento llega su fin y se deben cerrar las faenas.
El desafío real llega cuando las operaciones mineras se terminan y la comunidad local se enfrenta con potenciales problemas ambientales y el posible colapso socio-económico. Hasta hace poco, el desarme y cierre de minas no era obligatorio en muchos países y ésta era una problemática cuyas externalidades se traspasaban a las comunidades en particular y a la sociedad completa en general.
El cierre de faenas mineras ha ido tomando mayor importancia en el sector minero, constituyéndose en uno de los mayores desafíos en la gestión de sustentabilidad de las compañías, que han llegado a la conclusión de que la estrategia de cierre debe considerar desde las fases iniciales del proyecto, su operación e, incluso, la fase posterior al cierre de la faena misma.
Desde esa perspectiva el cierre de faenas no es solamente una actividad del cierre definitivo del yacimiento, sino una parte integrante del negocio minero. Así lo entiende hoy día la industria minera mundial, como lo ilustra la figura siguiente:
El cierre de faenas en el ciclo minero