En el Penal Colina III hay 450 reos que trabajan y reciben sueldo. Fabrican anillos de cobre, paneles solares para calentar agua, muebles, casas de muñecas, serigrafías, zapatos e incluso impresiones digitales.
La rehabilitación depende de cada uno, pero es bueno que nos den la posibilidad de ganarnos la vida honradamente, dice Daniel Soffia (33), del taller de repujado en cobre. Le trabajamos a Codelco, explica este interno por robo con intimidación. El trato directo de una empresa con los reclusos es una de las modalidades de reinserción laboral.
El empleador aporta herramientas, materiales y cancela los sueldos. Otra posibilidad es la instalación física de una empresa privada, con sus propias maquinarias y la contratación de servicios a Gendarmería. En este caso, la institución les remunera a los internos.
En Chile hay una población penal de 42.673 reclusos, y de ellos, 14.825 tienen actividad laboral remunerada.
En una visita inspectiva, realizada en mayo, el Subsecretario de Justicia, Jorge Frei, junto a los fiscales de la Corte de Apelaciones de Santiago, el Seremi de Justicia de la Región Metropolitana, Patricio Reyes, y el Director Nacional de Gendarmería, Alejandro Jiménez, revisaron en terreno los alcances de los programas de reinserción laboral que ejecuta Gendarmería en este penal y que hasta hoy, albergan en módulos laborales, a 450 internos que han escogido el trabajo como vía para la rehabilitación.
Durante el recorrido por los módulos de trabajo, el Subsecretario enfatizó: Estamos cumpliendo con los requerimientos que nos exige una Justicia a escala humana, que centra su atención en la víctima de un delito, pero también en quien lo ejecuta, por tanto, estamos frente a un sistema que ofrece las alternativas para la reinserción y rehabilitación social.
En el marco de una justicia restaurativa, estamos buscando que en esta sociedad podamos resarcir los errores de quienes han delinquido, no con más penas, sino con la prevención y la posibilidad cierta de la reinserción, a través del trabajo productivo, la capacitación laboral y la formación psicosocial agregó Frei, quien valoró el aporte de distintas instituciones, como es el caso de Codelco.
En 2007, teníamos una población penal de 14.895 internos (hombres adultos imputados) que trabajan constituyendo el 35% de internos que realizan labores productivas a nivel nacional, lo que indica que hemos avanzado en la creación de programas laborales, pero debemos continuar trabajando para ampliar la oferta de este tipo de sistema de rehabilitación de los internos en Chile, concluyó la autoridad.