El museo de la Gran Minería del Cobre, inaugurado a mediados de diciembre en la ex escuela industrial, logra reconstruir la historia de Sewell, cuna de la gran minería y lugar donde se forjó una particular forma de vida y pintoresca arquitectura. Con una inversión de 145.000 dólares, el museo es fruto de un trabajo de investigación, diseño, montaje y ejecución de obras que realizó la división El Teniente.
El proyecto se inició en agosto de 2001 y contó con la valiosa colaboración de ex sewellinos y agrupaciones de ex sewellinos, quienes aportaron sus vivencias y donaron diversos objetos personales. Todo ello permitió reconstruir la vida en el asentamiento minero fundado en 1905 por William Braden.
El museo reúne los procesos de elaboración del cobre, los objetos que se fabrican con él y se reconstruye la vida de los mineros, quienes fueron los protagonistas de la llamada ciudad de las escaleras.
Sewell nació del esfuerzo de chilenos y norteamericanos que se embarcaron en este proyecto minero, liderado por Braden y su socio Marcos Chiapponi.
Debieron vencer las adversidades de vivir y trabajar a más de 2.000 metros de altura, lo que dio origen a una particular cultura de campesinos que se convirtieron en mineros.
Entre 1905 y 1991, las familias se trasladaron con los trabajadores al "El Establecimiento", por lo que participaron del inicio, desarrollo y crecimiento de lo que sería conocido como Sewell.
Actualmente, el ex campamento minero está postulado a la UNESCO para su reconocimiento como patrimonio de la humanidad.