Santiago, 5 de abril de 2011.- "Cumplimos con las normas y siempre vamos a cumplir con ellas en todas nuestras operaciones", señaló hoy el Presidente Ejecutivo de Codelco, Diego Hernández, al ser consultado sobre la situación de la División Ventanas. Las declaraciones fueron efectuadas en la 10° Conferencia Mundial del Cobre, que se realiza en Santiago.

Sin embargo, a pesar de los resguardos que se toman, las operaciones están expuestas a incidentes, como el que ocurrió el 23 de marzo en Ventanas, y que provocó problemas en la comunidad de La Greda. "Esto no puede ocurrir y ya tomamos las medidas para que no se repita", señaló el máximo ejecutivo de Codelco.

Gracias a las inversiones realizadas a partir de la década del 90, primero por Enami y luego por Codelco, hoy la Fundición de Ventanas emite sólo el 13% del SO2 (anhídrido sulfuroso) que emitía en 1994 y el 12% del material particulado MP10. Este año, por ejemplo, va a captar y neutralizar más del 91% del azufre que se liberan en sus distintos procesos. "De esta forma, Codelco ha hecho un tremendo esfuerzo en reducir radicalmente sus emisiones en el lugar", explicó Hernández.

Hernández señaló que, actualmente, el país está definiendo una nueva norma de emisiones para fundición que aún no se conoce, pero que habrá que tener en cuenta en la perspectiva de definir nuevas inversiones para la fundición de División Ventanas, que tiene una capacidad de tratamiento de sólo 400 mil toneladas de concentrado anuales y es considerada pequeña en la escala mundial.

Aseguró que, si esa norma es muy exigente (por ejemplo, en torno al 98% de captura de SO2), en el caso de Ventanas puede que su implementación no sea viable en términos económicos. Como se trata de una fundición pequeña, "por cada tonelada producida, resulta más caro el poder incorporar normas muy exigentes", explicó Diego Hernández. "Nosotros estamos preocupados por esto y estamos observando cuáles van a ser los niveles que nos van a exigir las nuevas normas. (...)Hay que hacer los estudios, pero probablemente es muy caro para una fundición de este tamaño y conviene más ampliar otra fundición mayor ya existente", reiteró Hernández.

El ejecutivo solicitó responsabilidad a la hora de informar sobre estas materias y llamó a no sacar conclusiones apresuradas, porque en ningún caso se está hablando del cierre de la fundición. "Una vez que tengamos la norma, ahí tenemos que ver cómo la cumplimos y saber cuánto nos cuesta", sostuvo.

El Presidente Ejecutivo de Codelco, además, señaló que la empresa mantendrá su estrategia de ser un productor de cobre metálico y no sólo de concentrados, dada su importante capacidad instalada en fundiciones y refinerías. Afirmó que, a pesar que los cargos de tratamiento por refinación (TC-RC, en inglés) no son particularmente buenos en el último período, "nosotros no vamos a cambiar nuestra política", aseguró.

Hernández también se refirió a la obligación de División Ventanas de procesar los concentrados de medianos y pequeños productores, contrato que data de 2005, cuando el Gobierno decidió la venta de la fundición - refinería de Enami a Codelco. "Hoy día, el 35% de la fundición de Ventanas es abastecida por esos concentrados (...) que son concentrados que tienen distintas complejidades, porque son cantidades pequeñas, distintas, con impurezas y que hay que ir mezclando para fundirlas sin provocar problemas en la fundición y refinería. Vamos a honrar esos contratos con Enami en la medida que las autoridades y la coyuntura lo permitan".

El desafío de la energía es un desafío país

En su presentación sobre "Los desafíos de los productores de cobre", Diego Hernández abordó, además, el tema del costo de la energía. "Necesitamos una política energética para el país", dijo, agregando que no es un tema que sólo afecte al sector minero y que en un escenario donde se observa que la demanda de energía es creciente, Chile no tiene demasiadas opciones.

Para el Presidente Ejecutivo de la Corporación, el costo de la energía le está restando competitividad a las inversiones mineras, especialmente si se hace una comparación con los costos que tienen países vecinos como Perú. El problema de la energía se hace más relevante cuando se agrega que para enfrentar la escasez de agua que requieren los proyectos mineros, se necesita más energía para desalinizar o bombear el agua de mar.

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