Una nueva imagen que rescata la identidad de los pueblos originarios con los colores íconos de Cobresal cuenta desde hoy Codelco Salvador, con motivo de la próxima puesta en marcha del proyecto Rajo Inca, mineral que le dará 47 años más de vida a este emblemático campamento minero.

Las referencias visuales de la nueva imagen de Salvador provienen del tocapu, vehículo de comunicación utilizado por los pueblos andinos en donde se expresaba la dualidad y el equilibrio.

Christian Toutin, gerente general de Codelco Salvador, destaca que "esta nueva imagen para nuestro campamento busca representar al nuevo trabajador y trabajadora que necesitamos en la División para los próximos años; comprometido, diverso, polifuncional y con un profundo respeto por nuestro medio ambiente y el territorio, reflejado en este rescate de rasgos iconográficos de nuestros pueblos originarios".

El símbolo que grafica esta campaña busca recuperar la identidad iconográfica de los pueblos precolombinos, los cuales se mezclan con los colores anaranjado y verde, símbolos identificatorios de otro ícono de la ciudad, como lo es Club de Deportes Cobresal.

"En Salvador estamos viviendo un proceso de transformación en todo sentido, que abarca lo organizacional, cultural y productivo, en un año de una tremenda responsabilidad histórica. Por ello, resulta fundamental que todas y todos quienes somos parte de este campamento minero, se hagan partícipes de este nuevo Salvador que juntos construiremos hacia el futuro", agregó Christian Toutin.

La imagen del Nuevo Salvador irá acompañada de una campaña comunicacional, que busca resaltar el nuevo proceso que se inicia en este campamento minero, el cual estuvo a punto de cerrar en los años 2011 y 2016, pero que gracias al proyecto Rajo Inca, podrá alargar su vida útil hasta el año 2068.
Rajo Inca es un proyecto cuya inversión alcanza los U$1.383 millones y el cual espera generar un 100% de incremento en la productividad de toneladas métricas finas al año por persona. Asimismo, se espera aumentar en un 9% la empleabilidad en la región de Atacama durante su etapa de construcción, generando un 3% de aumento en el PIB regional durante sus operaciones.