Para llegar a ser parte, por ejemplo, del motor de un auto eléctrico, las rocas que se extraen de la tierra en el centro de operaciones más joven de Codelco, deben hacer un recorrido donde la eficiencia y la mirada sistémica son clave
Las grandes rocas extraídas de la mina en la División Ministro Hales (DMH) de Codelco son transportadas por enormes camiones que tienen capacidad para 360 toneladas de material. Estos colosos depositan las piedras en el chancador primario donde son reducidas.
Al salir de este primer paso, el material es trasladado en una correa overland de más de dos kilómetros de extensión- y enteramente cerrada para evitar polución- hacia el stock pile, desde donde ingresa a la planta concentradora donde se someterá a una serie de procesos metalúrgicos que dan origen al concentrado de cobre.
Molienda
Uno de los procesos clave en la concentradora es la molienda primaria, que en División Ministro Hales (DMH) se lleva a cabo con tres máquinas: un molino SAG y dos molinos de bolas.
El molino SAG de DMH utiliza su potencia de 16.000 HP para reducir aún más el material hasta lograr un tamaño de 0.2 mm. Tras este proceso aún pueden quedar algunas rocas que este molino no fue capaz de reducir y estas son literalmente coladas en un harnero, que las reconduce para ser totalmente reducidas en los molinos de bolas que tienen una potencia de 12.000 HP.
Flotación
Ahora reducido prácticamente a polvo, el material es procesado en celdas de flotación de gran volumen, donde se realiza la concentración de las especies valiosas del mineral, en este caso, cobre y plata.
En esta etapa el material que ingresa logra aumentar en un 30% su concentración de cobre. Esto es, si las rocas molidas ingresaron al proceso de flotación con 1% de cobre, saldrán de este proceso con un 30% de cobre.
Este concentrado es posteriormente filtrado para reducir los líquidos presentes, y pasar al paso siguiente.
Tostación
El concentrado filtrado es llevado hasta el domo, donde inicia el peculiar proceso de ser tostado para extraerle el contenido de arsénico que contiene el mineral de DMH, arrojando como resultado el producto final denominado calcina, que es fundido en Chuquicamata o en otras fundiciones del mundo.
Fundida y refinada, la calcina de DMH se transforma en ánodos y posteriormente en cátodos de cobre, es decir el cobre como la materia prima que conocemos y que es aplicada en la telefonía, en la industria automotriz, eléctrica, producción de línea blanca y vestuario y muchos otros productos que usamos en nuestra vida cotidiana.
La recuperación en la concentradora de DMH es de un 86%, lo que la hace una de las más eficientes de Codelco y en la actualidad tiene a DMH como la división más productiva de la Corporación.