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"Si no hacemos nada, nuestros costos subirán 24% al 2020"

El ejecutivo, advierte que la fragilidad de la empresa se debe a que la empresa lleva un año y medio experimentando decrecimiento en sus resultados, "y cuando eso pasa es como si te bajaran ingresos y al mismo tiempo debieras endeudarte".


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El gerente de Administración destacó la necesidad de que El Teniente profundice su transformación para volver a ser competitivo. 

La situación de El Teniente es complicada debido al deterioro de las leyes y el aumento de los costos, por lo que resulta imperiosa una transformación que permita desafiar el quinquenio y seguir entre las compañías más competitivas de la industria.
 Si la División no transforma la gestión de sus activos, el costo de producción va a seguir elevándose en un periodo en que –simultáneamente- tenemos que invertir más que los últimos 30 años, lo que traería consecuencias relevantes para el futuro, según el gerente de Administración, Rodrigo Herrera.
 "Si no hacemos nada, nuestros costos subirán 24% al 2020. Eso significa estar en una posición competitiva frágil, y cuando eso pasa es como si te bajaran ingresos y al mismo tiempo debieras endeudarte", manifestó.
 Para el ejecutivo la situación de El Teniente es a la vez "de fragilidad y de oportunidades", ya que la única manera de seguir siendo competitivos “es que todas y todos los integrantes de este equipo entiendan de qué se trata la transformación y se comprometan con ella”.
 "Tenemos mineral, tenemos infraestructura, molinos, correas, palas. Lo que va quedando es cómo los usamos, y eso está en nuestras manos. Como dice el lema, De nosotros Depende. Entonces la transformación pasa por gestión, por hacer las cosas mejor. Y en paralelo tenemos que invertir muy bien en la nueva casa que estamos haciendo, que nos va a abrigar por 50 años, desde 2023", indicó. 
Un dueño especial 
"Esta organización genera el tremendo privilegio de trabajar para dueños que, en promedio, ganan 600 mil pesos o menos. Nosotros hablamos de centavos de dólar la libra o de millones de dólares para comprar un equipo o invertir en infraestructura, pero esos recursos que debemos usar con prudencia y responsabilidad pertenecen a dueños que viven con 600 mil pesos mensuales". 
"Por lo tanto, es una organización extraña o muy bonita desde ese punto de vista, porque ¿cuánta gente nuestra gana menos de 600 mil? Eso ya da una perspectiva de la responsabilidad que uno debe tener cuando habla de gestionar Codelco y El Teniente". 
El decrecimiento es una realidad
 "Nos ha ido bien y hemos disfrutamos de buenos resultados hasta el 2016. El 2017 se produjo un quiebre y nos fue peor que en 2016: menor producción, mayores costos, mayores niveles de inversión. Eso es lo que tenemos que entender: el empeoramiento no viene en el futuro, llegó antes de ayer. Llevamos un año y medio de decrecimiento y ante eso estamos actuando, pero todavía es insuficiente y no hemos logrado revertir esa tendencia". 
Casa nueva
 "Para hacer una imagen de lo que nos ocurre podemos decir que la casa donde vivíamos y nos cobijábamos se nos está derrumbando, y de aquí al año 2023 ya no vamos a tener casa. Así de dramática es la situación. De allí la urgencia de la que habla el Gerente General, Nicolás Rivera". 
"Hoy se está discutiendo la capitalización de Codelco y eso –en palabras sencillas- es decirle a nuestro dueño, que gana 600 mil, que reduzca su sueldo y nos pase esa plata a nosotros, pues la vamos a invertir en un negocio que le va a dar más frutos en el futuro. Entonces, tenemos que estar muy fundamentados para ir a decirle a un dueño que gana poco, que se meta la mano al bolsillo para poder recuperar este negocio en 10 años más".
Límites técnicos 
"¿Qué hacemos, entonces para fortalecer nuestra credibilidad? Bueno, tenemos instalaciones que dan más de lo que estamos logrando. Es decir, lo que está aquí en cuanto a infraestructura en mina, planta y fundición, no está al límite de su rendimiento. Para llegar a ese límite debemos cambiar la gestión e innovar. Lograr confiabilidad, que no aparezcan sorpresas".
"Y los números están claros. El 2017 procesamos 139 mil toneladas por día promedio en el año. Nuestro diseño técnico está cercano a 160 mil. Y lograr esa diferencia pasa por cómo usamos esas máquinas, cómo las mantenemos, cómo las operamos, cómo nos coordinamos cuando hay problemas, cómo hacemos el abastecimiento, cómo administramos los contratos. En definitiva, cómo nuestros activos operan el máximo de tiempo sin accidentes, sin fallas, sin detenciones no programadas, sin derrames, sin incendios". 
“Lo propio con el eficiente uso del tiempo de todos nuestros recursos humanos. Ahí tenemos otro tremendo desafío que es el aumentar el Tiempo Efectivo de Trabajo “. 
Rendimiento coordinado, palanca clave 
"Hoy el gran potencial está en nuestra gente. La máxima palanca es lograr que el rendimiento sea coordinado y no individual. Así capturaremos el potencial de esas 160 mil toneladas promedio a la que podemos llevar a nuestros equipos. Casi 20 mil más de las que actualmente procesamos". 
"Hemos logrado buenos rendimientos aislados en la mina o en la planta, y eso nos permitió resultados buenos hasta el 2017, pero, puestos en un escenario de leyes en descenso acelerado, ¿cómo llegamos al potencial? Cuando entendamos que la coordinación de todos es relevante y me debo comunicar con quien está aguas arriba o aguas abajo, de manera que mis cuellos de botella no me limiten ni limiten al que viene y que, a la inversa, las oportunidades no sean solo para mí, sino también para quien en mi cliente en el proceso. Y lo mismo podemos decir sobre las áreas de staff, de operaciones, de mantenimiento. La conclusión es, entonces, que el rendimiento colectivo no lo hemos logrado, pero está allí, a la espera, a la vuelta de un esfuerzo pequeño, pero generoso". 
Responsabilidad 
"En este escenario del que hablamos, una negociación colectiva responsable es que logremos hablar de las cosas que de verdad nos afectan, como la diferencia entre lo que somos y el potencial que tenemos. Y en ese potencial, la responsabilidad de cara a nuestros dueños, a las comunidades, al país, es lo que está en juego. Esto no significa no reconocer el tremendo esfuerzo que hacen nuestros trabajadores, pero también encontrar las oportunidades para ir a buscar el potencial". 
“La negociación colectiva tiene que hacerse cargo de estos 10 años que nos va a tocar vivir, en que se nos acaba una casa y tenemos que construir otra, mientras nos están bajando los ingresos”.