Iniciativa está inserta en convenio entre Codelco Chuquicamata y Conaf
Calama y la provincia El Loa, se caracterizan por tener un enorme potencial turístico, que todos los años atrae a miles de visitantes desde diversos puntos del país y el extranjero. Se trata de un atractivo circuito que además ha sido utilizado para fortalecer y transmitir la importancia que tiene el cuidado del medioambiente.
Se trata de una labor esforzada, que forma parte fundamental del convenio que mantienen Codelco Chuquicamata y la Conaf. Gracias a esta iniciativa, alumnos de jardines infantiles y colegios de la ciudad, participaron durante el año del circuito que comprende el Pukará y el Museo de Lasana, además de Chiuchiu y el observatorio astronómico de la misma localidad.
Esta vez fue el turno de sus profesores. “Estuvimos tres meses trabajando con ellos, haciendo forestación en los colegios, generando capacitaciones para los alumnos y esta es una forma de premiar ese esfuerzo. La iniciativa tuvo una muy buena acogida. La mayoría de los colegios se motivó y tienen ya instalados sus pulmones verdes y para el próximo año lo que se quiere es llevar más instancias participativas que apunten a fortalecer esta educación ambiental”, explicó Lorena González, jefa coordinadora del convenio Conaf – Codelco Chuquicamata.
En este ámbito, el jefe de Desarrollo Comunitario de la División, Jorge Butte, señaló que “la idea es que los docentes puedan transmitir a sus alumnos desde pequeños la importancia que tienen estas instancias de educación ambiental y que ese conocimiento se vaya traspasando de generación en generación. Por eso, lo mismo que ya vivieron los pequeños, hoy día lo están viviendo los docentes”.
Entusiasmo
Las “tías” que participaron de la actividad, lo hicieron con especial entusiasmo. “Este plan de educación ambiental me parece muy importante porque así, entre todos vamos generando mejores condiciones ambientales para Calama, para tener un entorno mucho mejor y si eso se puede hacer conociendo estos lugares maravillosos, eso es excelente”, dijo Ester Villegas, técnico de atención de Párvulos del Jardín Tamarugo de Calama.
Una opinión similar manifestó, Lilian Casanga, asistente de párvulos del Jardín Pequeño Oasis”. “Yo encuentro que es una experiencia demasiado enriquecedora, es algo muy lindo y lo más importante es que podemos traspasar esto a nuestro personal, los apoderados y a nuestros niños y niñas. Es un trabajo muy bello el que están haciendo y se les agradece harto”, concluyó.