30 fueron las mujeres que recibieron la certificación que entregó la División Chuquicamata.

Tienen más de un factor en común. Las mujeres que participaron en las capacitaciones de costura y repostería, se niegan a dejar su cartón colgado en la pared, sólo como una decoración más de la casa.

Quieren sacar provecho a lo que aprendieron. Pidieron asesoría y desde ya se organizan para iniciar un negocio. "Sueño con tener mi propia panadería" dijo una de las alumnas certificadas, que se inscribió junto a su madre en el curso de repostería.

Este fue uno de los principales objetivos del Centro de Apoyo Integral a la Mujer, de la Congregación Adoratrices de Calama. Apostaban a generar mayores oportunidades de crecimiento para las vecinas, tanto en el ámbito personal como laboral.

Por eso, recurrieron a los Fondos Concursables Calama Participa de Codelco Chuquicamata. “Le doy gracias a nuestra chiquillas por su respuesta, responsabilidad, asistencia y perseverancia. Nosotras les dijimos que las oportunidades en la vida son pocas y si no se aprovechan, pasan y no vuelven”, explicó Adriana Rojas, directora del Centro de Apoyo.

Asesoría

El interés de las alumnas por iniciar su emprendimiento fue tal, que no descansaron hasta tener las asesorías de parte de organismos especializados. La seremi de Desarrollo Social de la región, Angelique Araya, entregó información de primera fuente a las beneficiarias del programa.

“Estas mujeres tienen las ganas de salir adelante y de mejorar su calidad de vida. Les hablamos de los programas a los que pueden acceder y de otras herramientas como la Ficha de Protección Social. Nos reunirnos nuevamente para entregarles una oferta programática. No podemos dejarlas solas, tenemos que apoyarlas”, explicó la autoridad, que se comprometió de lleno con la iniciativa luego de las gestiones realizadas por la División.

Un mensaje que fue bien recibido por las alumnas. "Estas hermanitas me ayudaron mucho, estoy muy agradecida, me cambiaron la vida, me rescataron de un hoyo, me enseñaron cómo luchar en esta nueva etapa que comienza”, indicó entre lágrimas, Cecilia Ruminot, una de las vecinas que fue certificada en el curso de Costura de Cortinaje y Ropa de Cama.

La ceremonia de certificación estuvo llena de momentos emotivos. Una ovación marcó el paso de cada una de las 30 mujeres que recibieron estas nuevas herramientas. “Queremos seguir trabajando con ellas, vamos a proyectar este tipo de iniciativas, para que no quede solo en un curso. Nosotros generamos mucha capacitación y mejoras en la malla curricular de las personas en Calama y ahora  queremos apoyar con oportunidades laborales concretas”, dijo Alejandro Pizarro, director de Relaciones Comunitarias de Codelco Chuquicamata.

El programa que impulsó el Centro de Apoyo Integral a la Mujer ofreció apoyo integral a las vecinas. Durante el desarrollo de los cursos, además de las herramientas laborales, recibieron asesoría sicológica y contaron con una guardería para dejar a sus hijos.