Las palabras del ex superintendente de ingeniería de procesos de la Gerencia Concentradora, Walter Valencia Ossandón, calaron profundo en los corazones de todos los ex supervisores y ejecutivos de la División Chuquicamata, quienes anoche se reunieron en el Centro Recrea Tu Vida, para homenajear a los profesionales que se acogieron a egresos voluntarios en el período 2013.

Walter Valencia recibe el reconocimiento de manos del Gerente de Concentradora, Patricio Viveros (1º der. a izq.).

Valencia se paró ante todos los presentes y contó que en algún momento de su vida prestó servicios a la minería privada, ahí – dijo- “vivía para trabajar”. Sin embargo, una vez que llegó a la División Chuquicamata conoció lo que es “trabajar para vivir”. Agradeció públicamente a la división, no sólo porque se desempeñó y creció profesionalmente, sino porque también formó una familia. “Hoy todos mis hijos están grandes, son profesionales, tengo una esposa a la que amo. En todo eso, Codelco fue un gran apoyo”, dijo.

Desde su experiencia, explicó que dejar la división es ponerle un sello a una etapa hermosa de su vida, pero que se abren nuevas posibilidades para realizar otros proyectos, cumplir los sueños y desafíos de juventud. “Ahora es el momento de lograr esos desafíos”, explicó.

El aplauso para Walter Valencia fue enorme, incluso el gerente general, Juan Carlos Avendaño, destacó sus palabras, puesto que identifica a todos quienes han hecho su vida profesional y familiar al alero de Chuquicamata.

“No pasan desapercibidas las palabras de Walter. Es conmovedor escucharlo, porque encierran una tremenda verdad que muchas veces uno las reflexiona, pero acá Walter las sacó de su alma. Fue un gran mensaje no sólo para los homenajeados, sino para todos nosotros”, dijo Avendaño.

Asimismo, el gerente general agradeció a todos los profesionales que dejaron de ejercer en la División, subrayando más que los años, el esfuerzo diario y compromiso permanente.

“Quiero reconocer y festejar a todos quienes tomaron esta decisión, puesto que inician un nuevo proceso. Comenzarán a emprender nuevos desafíos, mirarán la vida desde otra perspectiva, compartirán más con la familia, descansarán. No sólo hicimos un reconocimiento la experiencia o la trayectoria, también destacamos aquel deseo de cumplir la tarea, su pasión, la entrega y el cariño por una empresa que tanto ha dado a nuestro país”, explicó Avendaño.

Alicia Gutiérrez, jefe de la Unidad de Atención Ambulatoria del Hospital del Cobre, se fue agradecida de Chuquicamata.

Uno de los momentos más importantes de la ceremonia, fue cuando los supervisores que cumplieron entre 25 y 30 años de servicios en la División, recibieron el reloj de oro, símbolo de compromiso con Chuquicamata y el país.

Abiertos al futuro

Las experiencias son diversas, pero en todos los casos hay una reflexión común, la relación entre el futuro y las proyecciones que se abren al dejar la División.

Una de estas experiencias, es la de Rodolfo Arellano Godoy, ex ingeniero de mantenimiento en Mantención Mina. “Trabajé en Chuquicamata 27 años. Terminar este ciclo es gratificante, más aún cuando uno se siente preparado y con la intención de disfrutar el resto de la vida. Llegó el momento de disfrutar junto a la familia, una nueva etapa comenzó”, explicó.

Otra de las experiencias, es la de Luis Sánchez, ex ingeniero jefe de mantenimiento de la Gerencia Fundición. “Mi salida fue una decisión que tomé en familia. Trabajé 21 años y sólo agradecimientos a Codelco, a mis compañeros de trabajo y a las jefaturas. Me hicieron crecer y forjar este presente”.

Desde una perspectiva lejana a las áreas operativas, Alicia Gutiérrez Gámbaro, enfermera jefe de la Unidad de Atención Ambulatoria del Hospital del Cobre también se fue con el mismo sentimiento. El deber cumplido y de profundo agradecimiento por 30 años en Chuquicamata. “Estoy muy feliz, uno cumple etapas en la vida y al mismo tiempo debe plantearse metas. Y en esa etapa estoy. Ya terminé lo laboral y ahora me dedicaré a mi familia, a mi marido. Ahora los planes son viajar por el mundo. Gracias a Codelco pudimos tener una vida exitosa”, concluyó.