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División Chuquicamata entregó tradicional Reloj de Oro a 41 de sus trabajadores

Los premiados iniciaron su vida laboral en las faenas de Codelco en 1984

La entrega del Reloj de Oro es una tradición y fue así que, nuevamente, División Chuquicamata reconoció los 30 años de servicio de sus trabajadores.

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Fue en 1984 que, los 41 premiados, iniciaron su vida laboral en las faenas de Codelco. Esos recuerdos afloraron cuando subieron al escenario a recibir el preciado Reloj de Oro. No se dieron cuenta cómo pasó el tiempo y llegaron a este momento soñado.

Fue el caso de Francisco Maturana, operador electromecánico mayor de Chancado Mina, quien contó muchas de sus anécdotas y, con emoción, valoró este gran logró. “Recibir el reloj de oro es un anhelo altamente deseado, porque yo soy hijo, nieto y bisnieto de trabajadores de Codelco. Todos ellos recibieron su reloj y recuerdo que, cuando se lo entregaron a mi papá, yo estaba recién en la empresa y, viendo a futuro, creí que nunca llegaría mi día. Pero llegó y estoy muy contento, cumplí una meta y es gracias a mi familia que me ha apoyado todo este tiempo”, indicó.

Una jornada llena de emociones, que también fue valorada por la gran experiencia que adquirieron en todos estos años. “Cumplir 30 años es el sueño que cada trabajador tiene cuando ingresa a la división, ellos vivieron la transformación de Chuquicamata, ya que cuando entraron el indicador de seguridad era de dos dígitos y hoy podemos decir, orgullosos, que se han convertido en el pilar fundamental del cambio de actitud hacia la seguridad. El valor más grande que tiene una empresa son sus trabajadores. El futuro que se nos viene es de más transformaciones y sólo les pido que su experiencia la traspasen a las nuevas generaciones”, enfatizó Sergio Parada, gerente general de Chuquicamata.

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Teresa Taipe junto a sus hijos.

Teresa Taipe fue la única mujer que recibió el Reloj de Oro este 2015. Madre de tres hijos, fue una de las pocas mujeres que se incorporó  en los ochenta y recordó el camino para consagrarse en la minería. “Cuando entré a la división, muy pocas mujeres lo hacían. Gracias a mi esfuerzo y dedicación, logré ganarme una cabida en trabajos mineros y ahora estoy cumpliendo 30 años de servicio, ingresé a trabajar en la Planta Termoeléctrica y hoy con orgullo represento al área de Abastecimiento. Gracias a la gran oportunidad de trabajar en Chuquicamata, pude educar a mis hijos y puedo decir que la tarea está cumplida”, explicó emocionada la trabajadora.