Mientras las voces del coro resonaban en la parroquia El Salvador de Chuquicamata, las parejas se tomaron las manos, cerraron los ojos y se volvieron a jurar amor eterno. Una ceremonia de renovación de votos que reforzó el compromiso y los lazos familiares que un día se unieron en el mineral.

Ana y Juan sellando sus 50 años de matrimonio.

Ana Zamorano es profesora y llegó al campamento Chuquicamata para hacer clases en la escuela Industrial, ahí conoció a Juan Francisco Concha, quien en aquel entonces era director del establecimiento. Se enamoraron en medio de una reunión de apoderados y no se separaron nunca más. Todo resultó en un matrimonio de 50 años, los que fueron celebrados en esta nueva jornada.

Esta pareja fue protagonistas de la Renovación de Votos Matrimoniales que llevó a cabo la División Chuquicamata y la Corporación de la Conservación de la Cultura del mineral, en la Iglesia El Salvador y que lideró por el padre Enrique Olivé, quien por muchos años fue párroco de este templo.

“Feliz porque fue aquí que me enamoré de él y logramos hacer la linda familia que tenemos”, explicó Ana. Mientras que un emocionado Juan replicó: “Volver a casarme en Chuquicamata en estos 50 años fue el mejor regalo que pudieron darme. Estoy feliz”.

Ceremonia

Junto a ellos, decenas de parejas ingresaron otra vez a la parroquia acompañados por la marcha nupcial y lograron la bendición que tanto anhelaban. En medio de lágrimas que fueron interrumpidas con un beso, los matrimonios celebraron el centenario de Chuquicamata.

Cerca de 60 matrimonios renovaron sus votos matrimoniales en Chuquicamata.

“Fue una ceremonia de mucho simbolismo, vi muchos matrimonios que fueron muy colaboradores con nuestra iglesia y es una alegría que quisieran sellar su amor, en esta Parroquia que los vio nacer como familia”, explicó el padre Enrique Olivé.

Finalizada la ceremonia a todos se les entregó el certificado de esta renovación de votos y en las afuera los esperaba un masivo lanzamiento de arroz como se hacía en décadas pasadas.

Para terminar esta actividad, a un costado de la iglesia, las más de 50 parejas bailaron el vals de los novios, sellando una de las iniciativas más esperadas por los chuquicamatinos.