No era sencillo imaginar que el sueño de una madre de ver a su hija expresándose a través de un instrumento musical, podría llegar tan lejos y ser la fuente generadora de un gran talento artístico para El Loa, sin embargo, así ocurrió.

Así comenzó la historia de la joven chuquicamatina Mónica Rojas Pizarro, quien es la menor de tres hermanos y partió su aventura en la música a los 7 años.

Estudió en el Colegio Chuquicamata hasta cuarto básico y, por recomendación de sus profesores de violín, se trasladó primero hasta Antofagasta y posteriormente a Santiago para perfeccionarse. Esto significó ingresar con sólo 11 años al Conservatorio de Música de la Universidad Mayor para estudiar Interpretación Musical Superior en Violín, carrera que se extiende por 12 años.

Desde que Mónica se radicó en la capital, ha distribuido su tiempo de estudio entre las asignaturas del colegio y la práctica con el instrumento.

“Mi día comienza a las 6 de la mañana, para ir a clases desde las ocho y hasta las 15 horas. Luego me voy a la universidad donde tengo clases teóricas y prácticas de violín. Al regresar a casa estudio entre tres y cuatro horas con el instrumento y después las materias del colegio”, comentó Mónica.

Todo este esfuerzo, sin duda, ha rendido sus frutos ya que gracias a su entrega y talento pudo entrar a los 12 años a la Orquesta Sinfónica Estudiantil Metropolitana (OSEM), aún cuando la edad mínima es de 14 años.

“Allá uno mejora mucho, porque existe un mundo distinto en cuanto a la música y al perfeccionamiento. Por eso pude ingresar a la orquesta e ir avanzando también por mis buenas calificaciones. Para quienes quieren o se están iniciando en la música puedo decirles que estudien mucho, porque no es fácil”, explicó la joven.

Familia

La música le llena el espíritu y aunque su carrera ha demandado un desembolso significativo de recursos, el costo principal que ha debido enfrentar esta joven de 14 años, es estar lejos de su padre, Abilio Rojas, quien se desempeña como electromecánico mayor de Palas dela Gerencia Minay también siente la lejanía de su hija.

“Es muy difícil, porque a uno le cuesta acostumbrarse a estar solo, pero lo conversé con mi señora y tratamos de darle la oportunidad ahora. Yo espero que ella lo aproveche, como lo está haciendo y hasta cuando ella quiera, porque cuenta con todo nuestro apoyo. Además para mí es un orgullo que una chuquicamatina esté en primera fila en la orquesta dela OSEMen Santiago”, expresó Abilio.

Encuentro

Gracias al interés que generó en ella y su familia el programa Calama Mi Sol, instancia impulsada por Codelco División Chuquicamata, Mónica tuvo la oportunidad de compartir con el maestro Roberto Bravo, a quien le contó su historia y pudo obtener la orientación del experimentado músico nacional, hecho que cumplió sus expectativas.

Roberto Bravo, escuchó la interpretación de la joven y quedó gratamente sorprendido con el talento que posee a su corta edad. “Este encuentro sin duda que ha sido positivo. Veo que Mónica que está en muy buenas manos pedagógicamente hablando. Ella es sólida, muy disciplinada en el estudio y está en un buen conservatorio. Creo que ella merece apoyo en su estudio”, manifestó al pianista.

Bravo también dijo compartir la visión de la joven violinista respecto al esfuerzo y constancia que exige esta disciplina.

“El músico se hace a fuerza del estudio y porque el talento solo no sirve. Siempre hemos dicho que los diamantes hay que trabajarlos. Nosotros con la experiencia debemos transmitir cómo se llega a ser un buen músico. Obviamente hay que tener talento, pero también dedicar mucho trabajo. La primera regla es practicar, la segunda, practicar y la tercera, practicar”, recalcó el maestro.

Calama Mi Sol

Desde que se puso en marcha el programa Calama Mi Sol, muchos jóvenes talentos loínos relucieron hacia la comunidad. Fruto de ello fue la formación de la orquesta Mi Sol y el Cuarteto de Cuerdas que en varias ocasiones han podido compartir escenario con el pianista Roberto Bravo, tutor de la iniciativa.

La joven tuvo la oportunidad de interpretar para el maestro una pieza en su violín.

Historias como la de Mónica dan cuenta de la importancia de potenciar los buenos talentos, hecho que para la División Chuquicamata resulta fundamental en su relación con los habitantes de la Provincia.

“Una de nuestras grandes apuestas es construir una División más cercana a la comunidad. Calama Mi Sol, es uno de los grandes proyectos que iniciamos el año pasado y una de sus grandes apuestas es detectar nuevos talentos musicales como es el caso de Mónica”, concluyó el gerente de Sustentabilidad y Asuntos Externos, Sergio Molina.