Los hombres del tiempo de División Andina

¿Cómo opera División Andina en invierno? ¿Quienes están detrás de cada alerta? ¿Cómo se controlan posibles avalanchas? Estas son algunas de las dudas que buscamos aclarar con el siguiente reportaje.

El cajón del Río Blanco, en la Quinta Región, presenta particulares condiciones en invierno que lo hacen muy peligroso, y que División Andina de Codelco responde con la implementación de un plan y reglamento especial para la operación durante el 1 de mayo al 30 de septiembre.

Ante la proximidad de cada frente de mal tiempo, el Centro Divisional de Alerta genera un boletín de alerta temprana. Luis Gallardo, jefe de Meteorología de División Andina, explica que están permanentemente vigilando las condiciones atmosféricas y para eso cuentan con servicio las 24 horas al día, a través de un meteorólogo por turno en régimen siete por siete.

“Cuando ya tenemos cierta seguridad que el evento se va a producir, a lo menos 48 horas antes, enviamos un boletín de alerta temprana en el que informamos las condiciones que nos van a afectar como: la cantidad de nieve, hora de inicio y término y cuáles serían las medidas preventivas que en primera instancia debiéramos colocar, ante los riesgos naturales (avalanchas, aluviones o caídas de roca)”, explica respecto del procedimiento.

Antes, durante y después

Previo a que se produzca el evento, el director de Vulnerabilidades y Emergencias, Marcel Didier cita al Comité de Invierno que está compuesto por los gerentes de turno y se planifica cómo se va a enfrentar el mal tiempo en todas las áreas operacionales.

Con el monitoreo que realizan, el margen de error es bajo, pese a que la generación de pronósticos atmosféricos es un evento probabilístico. De ahí que sea tan importante la planificación y ver como se presenta el evento propiamente tal.

“Hemos tenido un buen porcentaje de acierto, lo que nos da credibilidad en los pronósticos”, señala Gallardo. Para el evento del 1 de mayo se envió una alerta con 72 horas de anticipación y se produjo un evento muy ajustado a las horas de comienzo y de término, así como la nieve caída en la Mina Rajo y Lagunitas.

Una vez que un evento ya se ha generado, los nivólogos (2 por turno en Mina Rajo y Lagunitas) comienzan a medir la nieve la que se combina con la información del manto nival que existe hasta ese minuto, en lo que se conoce como snow pack. Esa información es muy relevante porque la nieve nueva que va a caer se va a depositar sobre este manto.

“Dependiendo del tipo de cristal de nieve y densidad del manto, podemos elevar o bajar el riesgo de avalancha conforme la cantidad de nieve que caiga”, explica el jefe de Meteorología.

Es fundamental el estudio para determinar cómo la nieve caída está accionando con la nieve antigua y cómo evoluciona (metamorfismo). “Eso se conjuga con las temperaturas que se van dando y nos permite determinar cómo va a afectar”, precisa.

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Parte del equipo de la Operación Invierno.


Control de avalancha

Tras la ocurrencia del evento climático o durante éste, pero con buena visibilidad, se hace el control de avalancha. “Normalmente entre 50 a 60 centímetros de acumulación, debiéramos utilizar los sistemas de control de avalanchas para el desencadenamiento artificial de ésta y no permitir que se siga acumulando grandes cantidades de nieve puesto que después la avalancha podría ser muy grande y se podría volver incontrolable”, sostiene Gallardo.

Están todos los puntos identificados y los equipos estratégicamente instalados entre el Kilómetro 28 y el Concentrador. Este año se estrenará el sistema de control de avalanchas en Cerro Negro y Santa Teresa en la mina rajo, gracias a instalaciones nuevas de la Vicepresidencia de Proyectos para hacer estudios necesarios ante la construcción del nuevo sistema de traspaso en el Nodo 3500.

Estas instalaciones contemplan equipos Gazex que producen una mezcla de oxígeno y propano, los que al combinarse y aplicarle una chispa generan  una explosión que ejerce una  fuerza de empuje sobre el manto, lo que desencadena la avalancha. El sistema funciona a distancia a través de ondas de radio UHF y un software.

Como sistema de respaldo, Andina cuenta con lanzadores neumáticos conocidos como Avalancheur que utilizan una flecha en la que transporta dos líquidos que, al combinarse generan un líquido explosivo. Al tomar contacto con la superficie, la flecha activa un sistema que la hace explotar; este sistema funciona como respaldo, pero también se puede usar como complemento al sistema Gazex.

Adicionalmente se está licitando el servicio de Helibombing, que se refiere al lanzamiento de cargas explosivas desde un helicóptero. El 2012 se utilizó por primera vez y este año lo tendremos disponible a partir de julio, fecha a partir de la cual se prevé mayor intensidad de precipitación. Este sistema permite hacer un desencadenamiento de avalancha donde no hay control de alud u otro sinónimo, por ejemplo desde el Km. 28 hasta Saladillo.

Todas esas medidas pretenden una operación segura en División Andina teniendo en cuenta el respeto de la vida que establece el primer valor de Codelco.