que cambie la vida del niño, la mujer
y el hombre de la tierra chilena”, que
su esfuerzo y el cobre contribuirá “al
progreso de la patria, y que al sudar
trabajando en el fondo de la mina, lo
están haciendo por un Chile distinto,
por una sociedad nueva”
(…)Trabajamos por nuestras fami-
lias, como todos los trabajadores,
pero trabajamos también para ge-
nerar recursos que benefician direc-
tamente al resto de los chilenos. Esa
certeza es un logro concreto inmen-
so que pocas empresas en el mun-
do tienen la satisfacción de ver.
(…)Pero ser una empresa tan impor-
tante para Chile no sólo es un privi-
legio, también es un deber que nos
llama a mejorar constantemente y
ponernos nuevos desafíos.
Hacer cada vez mejor nuestra la-
bor implica hoy que Codelco debe
avanzar con la construcción de pro-
yectos estructurales mineros que
permitan dar viabilidad a la empresa
y garantizar que seguiremos siendo
el principal aportador de recursos
para el Estado.
Necesitamos también seguir mejo-
rando nuestra capacidad para com-
petir de igual a igual con el resto de
la industria, reduciendo nuestros
costos y aumentando la productivi-
dad para meternos en el grupo de
mineras más rentables del mundo.
(…)Nuestro deber es formar equipo
y trabajar para seguir mejorando lo
que hacemos todos los días, porque
estoy seguro que todos nosotros sa-
bemos que hay espacios para me-
joras.
43 años después del histórico 11 de
julio de 1971, las tareas no han cam-
biado. Chile ha progresado mucho,
pero todavía hay muchos compatrio-
tas que esperan alcanzar condicio-
nes de vida dignas y mayor igual-
dad de oportunidades.
Como dijo el Presidente Allende en
la plaza de Rancagua, “lo que se
haga en el cobre dependerá de no-
sotros, de nuestra capacidad, de
nuestro esfuerzo, de nuestra entre-
ga sacrificada hacer que el cobre se
siembre en Chile para el progreso
de la patria”.