A la realización de un taller de maquetas sobre el patrimonio minero de Sewell se suma la presencia de los alumnos y alumnas en los programas Conectándonos con Nuestro Patrimonio, Experiencia Estadio y voluntariados divisionales, lo que les ha permitido acercarse a la minería y su legado cultural.
Inspirados por el programa de visitas “Conectándonos con Nuestro Patrimonio” de Codelco División El Teniente, estudiantes de séptimo año básico del Colegio Isabel Riquelme de Rancagua participaron en un taller educativo que los conectó de manera práctica con la historia de Sewell, el campamento minero declarado Patrimonio de la Humanidad.
La actividad se enmarcó en una serie de iniciativas impulsadas por El Teniente en colaboración con el establecimiento, que buscan fortalecer los lazos con el legado minero. Alumnos y alumnas del establecimiento han participado en el programa Experiencia Estadio y voluntariados divisionales, que los acercaron a la minería y su legado cultural. Además, asistieron a una charla del superintendente de Mina Norte, Carlo Lobiano, sobre los procesos mineros y su impacto en la comunidad.
Difundir la historia
Tras el viaje educativo a Sewell, niños y niñas crearon proyectos de investigación y maquetas que reflejaron su visión de la llamada Ciudad de Las Escaleras.
Mónica Cerda Puentes, directora del colegio, explicó que “para nosotros, fue maravilloso conocer este hermoso patrimonio de la humanidad. Lo que hicieron con las maquetas fue una forma de seguir difundiendo la historia y proyectarla a sus compañeros más pequeños”.
La profesora jefa del séptimo básico, Alejandra Contreras, relató que “sentimos que debíamos plasmar esos aprendizajes. Yo nací en Sewell y la visita fue una experiencia pedagógica y personal. Quise que los estudiantes también retrataran la historia a través de sus propias manos”.
En tanto, Marjori Caro, encargada del CRA (Centro de Recursos para el Aprendizaje) del Colegio Isabel Riquelme, sostuvo que “tenemos que aprovechar lo que tenemos en nuestra ciudad. Al enfocar las clases en nuestro patrimonio, los estudiantes aprenden de forma concreta y nunca olvidarán su importancia, además de interesarse en la minería como posible futura opción laboral”.
“Una manera más divertida de aprender”
Luis Zúñiga, estudiante de séptimo, expresó que “hice una maqueta sobre cómo era antes y cómo es ahora. Fue una bonita iniciativa”. Su compañera Carla Pérez, agregó que “retraté cómo eran las minas en invierno. Visitar Sewell fue inolvidable, nos ayudó a aprender”.
Maximiliano Cheukuepán, alumno del mismo nivel, celebró que “me impresionó la historia, lo que más me llamó la atención fue la mina. La visita y este taller nos mostró que la educación puede ser más entretenida”.
Su compañera de curso Andrea Ramírez, recalcó que “es impresionante todo lo que se conserva, es una manera más divertida de aprender”. En tanto, la estudiante Sofía Castillo, añadió que “me pareció muy sorprendente. Conocimos en terreno el legado, que traspasamos a estos trabajos”.