Acoge a cerca de 50 menores de los distintos colegios de la comuna. En esta iniciativa, la Corporación buscó favorecer un proyecto con real impacto social y de largo plazo.
Con la entrega oficial de
Entrega de instrumentos a niñas y niños de la Orquesta Sinfónica Infantil de Mejillones |
sus instrumentos a cerca de 50 niñas y niños, Codelco dio un nuevo paso en su gestión de responsabilidad social para impulsar el funcionamiento de una nueva orquesta sinfónica infantil, que beneficiará a escolares, esta vez de la comuna de Mejillones.
Este importante hito para el proyecto de formación musical e integración social se realizó hoy, en un acto encabezado por el alcalde de Mejillones, Marcelino Carvajal; el vicepresidente de Desarrollo y Sustentabilidad de Codelco, Juan Enrique Morales, concejeros regionales, concejales y autoridades escolares de la comuna.
La iniciativa busca replicar un modelo similar que fue diseñado y ejecutado en División Andina, con la creación de la Orquesta Sinfónica Infantil de Los Andes, agrupación que ya cumplió tres años de vida.
Con ese ejemplo en mente, en marzo de este año, los responsables musicales de la Orquesta Sinfónica Infantil Escolar de Mejillones tomaron contacto con todos los establecimientos educacionales de la comuna para motivar a menores de enseñanza básica a incursionar en la música como un modelo de formación.
La invitación fue acogida por más de 70 menores quienes, a partir de esa fecha, iniciaron una ardua labor de formación musical que ahora se vió coronada con la entrega de estos instrumentos que les permitirán consolidar su educación musical.
Además de la entrega de los instrumentos, en esta ceremonia, se presentó oficialmente a la comunidad y a los beneficiarios del proyecto, al profesor Rodrigo Álvarez, quien será el nuevo director musical de la orquesta, y quien ya cuenta con gran experiencia en la Orquesta Sinfónica Infantil de Los Andes.
Más calidad de vida
El interés de Codelco en esta iniciativa, explicó el Vicepresidente Juan Enrique Morales, obedece a la decisión de la empresa de reforzar la relación con la Municipalidad de Mejillones y su comunidad, mediante un aporte a la calidad de vida de la ciudad.
Además, la meta era que se tratase de un proyecto con real impacto social y de largo plazo, condiciones que se cumplen a cabalidad el proyecto de la Orquesta Sinfónica Infantil que apunta a los escolares de la comuna.
“Ahora nuestra meta es que con la entrega de los instrumentos, sumado al esfuerzo de cada uno de los menores, sus padres y apoderados y las autoridades comunales, podamos presenciar en marzo de 2011 el primer concierto ante la comunidad mejillonina”, comentó el ejecutivo de Codelco.
El alcalde de Mejillones, Marcelino Carvajal, comentó emocionado que su comuna tiene muchos sueños y proyectos para la cultura y el deporte, pero que este proyecto tenía un significado especial, porque la idea es que los menores se transformen en “los embajadores culturales de nuestra comuna”.
Además, considera que el avance de este proyecto implicará un logro “no de mí como alcalde, sino que de todos los niños, de los padres, de los ejecutivos de Codelco y de todas las empresas que se sumen a él”.
Formación de los menores
Actualmente los menores integrantes de la Orquesta realizan un fuerte programa de formación musical en el centro cultural Gamelín Guerra de Mejillones, donde asisten a clases teóricas y prácticas de música, de lunes a viernes, de 16 a 20 horas.
Estos noveles artistas son niñas y niños provenientes de todos los establecimientos educacionales de la comuna. Ese es el caso de Giordana Quintero, por ejemplo, de 8 años de edad y alumna del Complejo Educacional Juan José Latorre.
Ella está estudiando con el violonchelo, instrumento que le agrada porque “es más grande que un violín y es de tamaño justo para mí”. Sus padres están felices con su participación, ya que “me dicen que podré ir a hartos países o actuar en muchos escenarios y mi vida será mucho mejor”.
Hernán Díaz tiene 12 años, estudia en el colegio E-132, y se especializa en la flauta traversa. “Siempre había querido hacer algo así, tocar un instrumento en una orquesta”. Su padre trabaja en una empresa portuaria y su madre hace dulces.
“Cuando veo tele y hay una orquesta dejo de cambiar los canales y me quedó viendo eso” cuenta Matías Fernández. Alumno de la Escuela Julia Herrera, comenta que le encantan los instrumentos de percusión porque “tengo la mano fuerte”.
En su casa están fascinados con su integración a la orquesta, al punto que “cuando llego a la casa en la tarde y mis papás me preguntan que me han enseñado, tomo las cucharas de la once y golpeo la mesa para que sepan cómo lo hago”.
Los padres son los principales fans de estos jóvenes músicos. Orlando Catalán, padre de la menor Andrea Catalán, de la Escuela E-132, considera como “muy buena la iniciativa, porque es bueno ver cumplirse los sueños de nuestros hijos y eso no siempre es posible por los recursos que uno tiene”.
Rodrigo Alvarez, el nuevo director de la orquesta, está convencido de las bondades del proyecto. Con su experiencia en la Sinfónica Infantil de Los Andes, comenta que este proyecto es una tremenda iniciativa de “crecimiento para los niños a través de la música. Acá encontrarán disciplina, compañerismo, trabajo en equipo. Son muchos valores los que les dará la música”.
Incluso, se atreve a realizar un pronóstico: “este conjunto va a dar sorpresas. Va a dar qué hablar y no se extrañen si de esta orquesta surgen grandes músicos para el país”.
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