Con 36 años en Codelco División El Teniente, Juan Carlos Cortés conoce gran parte de la operación. De esas casi cuatro décadas, 31 años se desempeñó en la Planta Concentradora, donde comenzó como ayudante eléctrico y, desde 2019 integra la Planta de Tratamiento de Escoria, perteneciente a la Fundición Caletones, con el rol de jefe de Mantenimiento de Instrumentación.
“Así como yo le he entregado toda mi vida a El Teniente, El Teniente también me lo ha dado todo. Me permitió desarrollar mi proyecto familiar, mis gustos, mis hobbies, dar educación a mis hijos, una psicóloga y un ingeniero metalúrgico, que si no hubiese sido por este trabajo, y por mi esfuerzo y el de mi esposa Angélica, no sé si lo hubiéramos logrado”, comenta emocionado.
En estas casi cuatro décadas, ¿Qué cambios has visto en la operación?
He visto cambios fuertes e importantes, porque la mirada ahora ya no es producir por producir, sino que importa mucho el tema ambiental, las regulaciones. Procesamos la escoria, recuperamos ese mineral, se tratan las aguas, hay un gran trabajo en manejo de residuos, relaves. Incluso con la basura, no podemos botar las cosas en cualquier lado, hay clasificación de los deshechos, plásticos, cartones, hemos avanzado mucho y creo que estamos haciendo un aporte como Codelco.
¿Cómo llegaste a División El Teniente?
Estuve primero en Chuquicamata, donde conocí la industria y ambiente minero. Comencé a trabajar en montajes eléctricos y allí nació mi interés de estudiar. Cuando regresé a Rancagua, encontré trabajo como ayudante eléctrico en la Planta Concentradora, ese fue el inicio de mi contacto con El Teniente, con 20 años.
Pasaron unos años y sentí que necesitaba provocar algún cambio, así que me matriculé para estudiar Electrónica Industrial de forma vespertina. Soy consciente que, si uno no busca las oportunidades, no golpean la puerta, así que planteé mi interés y comencé a trabajar con instrumentistas, hice la práctica, vieron mi potencial y me quedé trabajando en el Molino SAG 1.
¿Qué más hiciste en la División durante estos años?
Estuve en distintas áreas, Filtro y Secado, SAG 2, flotación. Tuve la fortuna de ir a Alemania a capacitaciones, luego se formó un grupo que se llamó Accionamiento y Control Automático, donde estuve a cargo entre 2010 y 2019, hasta que vi la postulación a la Planta de Tratamiento de Escoria.
Encontré interesante el proyecto, porque tenía la tecnología del momento y eso me gusta, estar a la vanguardia, saber de la instrumentación, que hoy es una herramienta que no solo mide, sino que podemos sacar datos, estadísticas. La instrumentación se ocupa para monitorear los procesos: sensores de presión, temperatura, mediciones de caudal, de vacío, de nivel, velocidades.
¿Qué mensaje de seguridad le entregarías a las y los trabajadores de la División?
Soy un convencido de que, si mejoramos las conductas, lograremos la meta de cero accidentes, pero tenemos que estar conscientes y convencidos de que la conducta es la que nos ayudará a mejorar los índices de seguridad.
No puede ser que en el trabajo nos comportemos de una manera y cuando crucemos la barrera en Maitenes, nos comportemos de otra. No podemos saltarnos las normas. Usar lentes, es conducta; usar el respirador, es conducta; ocupar protectores auditivos, conducta. Si no somos conscientes de eso, seguiremos teniendo accidentes.
¿Qué significa para ti trabajar en Codelco?
Es un orgullo para mí trabajar en Codelco. Llevo 36 años de constante aprendizaje, me formé aquí, soy profesional gracias a Codelco. Por eso creo que esta es una empresa atractiva para profesionales jóvenes y que todo el mundo está mirando.