El dibujante y arquitecto, recientemente galardonado por el Premio Nacional del Humor que entrega la Universidad Diego Portales, ha estado unido a la Corporación por más de una década.
Supercifuentes, el justiciero, era un superhéroe "a la chilena". Bien intencionado, pero torpe. Ingenuo hasta la médula. Incomprendido y maltratado por la autoridad, que siempre lo sorprendía en el momento y lugar inapropiados. El personaje, creado por Hernán Vidal, Hervi, logró sortear ileso los tiempos de la dictadura. Como su creador, sobrevivió en la memoria de quienes aún recuerdan los números de La Bicicleta, el cancionero que se transformó en revista y que se consolidó como una de las pocas publicaciones "alternativas" al sistema en aquel tiempo.
Hernán Vidal, Hervi, recuerda aquellos años difíciles. "El humor acerca de la actualidad era mi preocupación cotidiana durante los tiempos democráticos. Con el golpe de estado eso no pudo ser durante varios años, hasta que surgieron medios independientes donde fue posible intentarlo nuevamente. Empecé tímidamente a publicar en la recién autorizada revista "Hoy", y poco a poco ese espacio periodístico logró una relativa apertura para opinar sobre lo que estaba pasando. Con los años y la reacción interna y externa ante la dictadura, se pudo llegar a un nivel mayor de opinión crítica", recuerda hoy este arquitecto de profesión y dibujante por devoción que ha sido galardonado recientemente con el premio Nacional del Humor, que entrega cada año el Instituto de Estudios Humorísticos de la Universidad Diego Portales y que antes había recibido el premio Altazor y el premio La Catrina, este último en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, entre varias distinciones a lo largo de su vida, que ya entera casi 70 años.
Hernán Vidal, Hervi, acaba de completar también 500 viñetas en nuestro Portal, en un vínculo que lo mantiene ligado de Codelco desde hace más de diez años. Una relación de la que, reconoce, han nacido afectos. Afectos que le conceden autoridad para opinar sobre el rol de la empresa en el desarrollo del país. "Creo que es el mismo rol que ha tenido y sostenido desde su creación: desarrollar la industria minera, aportar recursos al Estado para los programas de beneficio para el país, avanzar en productividad y tecnología, y lo que uno esperaría, agregar valor a la materia prima mineral, y diversificar para cuando disminuya la concentración o el mercado", expresa.
Hace unos diez años, un periodista amigo que participaba en la creación de una plataforma comunicacional interna, me llamó para colaborar. Así fue como partieron muchas iniciativas: una página de humor, varias campañas de prevención de riesgos, de cuidados con el agua y los insumos, de mejoramiento de las relaciones, etc. Un hito que para mí fue muy grato en esta larga relación de trabajo con la empresa, fue la creación de la revista infantil 'Cuprito'. Creo que fue un aporte a la entretención y la comunicación de contenidos educativos para los hijos de los trabajadores de Codelco. Yo ya tenía experiencia en esto, con varias revistas infantiles que había hecho por años. Y además por tener muchos hijos: seis.
¿Cómo se hace un chiste o una caricatura de un tema tan específico como es la minería?
Como con cualquier otro tema: informándose antes de hacer nada. Aunque en este caso ya conocía bastante el tema minero, por haber hecho proyectos de arquitectura para La Disputada, Los Bronces, etc. Al comenzar a trabajar en Codelco visité, fotografié los procesos y conversé con mucha gente.
Los primeros años
El miedo era una constante en todo ese tiempo, a todo nivel. Más aún viendo a cada momento los crímenes que se cometían. Al mirar hacia atrás, pienso que hubo mucho de desesperación e indignación para hacer esas críticas tan ácidas a través de los dibujos. Recibí amenazas muy directas, que afortunadamente no se concretaron.
Actualmente, por fortuna para los dibujantes, la documentación es infinita e instantánea. Hace no muchos años, por ejemplo, yo tenía cuadernos donde iba pegando las fotos de los personajes de actualidad que aparecían en diarios y revistas, por abecedario...¡Kardex llenos de carpetas con fotos de lugares, estanterías repletas de enciclopedias especializadas! Ahora, quieres dibujar cualquier cosa, la torre Eiffel, el Taj Majal, el lagarto de Komodo, Angela Merkel, lo que sea, clic, y tienes cientos, miles de fotos, dibujos, planos... ¡Fantástico!. Lo mismo con la información: leo u ojeo varios diarios de Chile y el mundo cada mañana, sin tener que ir a ningún kiosko. ¡Internet es la democracia de la información!
Los premios a su trayectoria
Estos reconocimientos son muy gratos, aunque me parecen excesivos, pues el trabajo que uno hace es casi una diversión. Se entera uno a través de ellos que han funcionado los mecanismos del humor, que han llegado a donde debían, que han aliviado a alguien en momentos difíciles, haciéndoles sentir que la risa puede ser un bálsamo necesario para los dolores físicos y del alma, o que han hecho pensar una visión distinta de un hecho cualquiera. El premio de la UDP, al igual que el de la Universidad de Guadalajara el año pasado, tienen el mérito de provenir de instituciones de un amplio prestigio en el mundo de la cultura. El ponerlo a uno a la par con los grandes-grandes, da como pudor...