Sangre y corazón de ventaninos tienen en la familia Mujica, que ha trabajado comprometida con la fundición y refinería por cuatro décadas.
La familia Mujica ha estado ligada durante cuatro generaciones al trabajo y esfuerzo en el complejo industrial de Ventanas. Bisabuelo, abuelo, hijo y nieto son parte de la tradición en Codelco y hoy, los dos últimos participan en una nueva mantención general.
Adrián Mujica tiene 54 años, es mecánico de mantención y desde hace 24 que trabaja en Ventanas. "Es un orgullo que mi hijo siga los pasos de su bisabuelo, abuelo y el mío. Tuvo posibilidades de irse a otros lugares, pero decidió quedarse acá. Creo que las generaciones nuevas encuentran una oportunidad de desarrollo en esta división, lo que la hace atractiva", dice Adrián.
Además afirma creer en el proceso de trasformación que vive Codelco. "Cada uno aporta con lo suyo y hoy nos queremos posicionar como la mejor fundición y refinería de la Corporación, y en eso estamos mentalizados", agrega.
Su hijo Felipe tiene 28 años y es operador general del Refino a Fuego. Desde hace una década que está en Codelco y dice que se siente orgulloso de trabajar en esta empresa con su padre. "Compartimos la misma pasión por la mecánica, y cuando se dio la oportunidad de participar de la mantención anual, acepté el desafío. Siempre hay que estar dispuesto a nuevos objetivos y qué mejor que hacerlo con mi padre", señala Felipe.
Ambos han sabido adaptarse a las trasformaciones y desafíos que requiere la actual minería. Con el Covid-19, que trajo cambios y nuevos protocolos, los Mujica han sabido manejarlo. Reconocen lo importante que es mantener la continuidad operacional, pero siempre, tomando las medidas de seguridad.
Adrián y Felipe saben que el futuro de Codelco depende del esfuerzo personal. "Estamos comprometidos también con el ámbito del negocio", señala el hijo, mientras su padre agrega: "Debemos seguir aportando al país lo necesario para el futuro de las nuevas generaciones".
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