Hoy tenemos grandes desafíos en operaciones y proyectos, para lo cual es clave habilitar los resultados a través de un proceso de cambio cultural
El contexto Covid nos ha desafiado a todos(as). Para estar a la altura, el minero y minera del futuro debe ser un profesional o técnico con capacidad de gestionar equipos de trabajo virtuales y presenciales, en contextos cada vez más ambiguos e inciertos.
Requiere un estilo de liderazgo más cercano y horizontal. Además, tiene que ser capaz de visibilizar las nuevas crisis como oportunidades de aprendizaje, desafiando la manera de hacer las cosas y entregando soluciones innovadoras.
Debe ser un profesional o técnico integral a nivel adaptativo y de conocimientos, con una mentalidad flexible y con dominio de los procesos del negocio y de herramientas de gestión. Tendrá que estar en línea con las tendencias globales en materia de automatización de procesos, manejo de datos y analítica avanzada. Deberá comprender el impacto de su gestión, tanto a nivel social como medioambiental, y posicionarse como un referente en materias de inclusión, diversidad, desarrollo del talento, sustentabilidad y compromiso con el entorno.
Si queremos lograr los desafíos que tenemos para sostener a Codelco por 50 años más, debemos hacer las cosas de manera distinta para lograr resultados excepcionales. En este ámbito es clave el desarrollo de nuestro sello de liderazgo y el despliegue de las conductas para conectarnos con nuestro propósito, integrar equipos, desarrollar a otros/as y desafiarnos de manera permanente.