Procesos, tecnología y personas. Esa es la tríada que permite reducir el consumo de agua fresca y aumentar la recirculación para la producción de cobre.
La próxima guerra va a ser por el agua. Es la frase cliché que, incrédulos, escuchamos muchas veces. Hasta hoy, que la realidad parece dar sentido a la afirmación. Sin contar su uso obvio y básico en la hidratación y aseo de las personas, el agua es vital para los procesos productivos, tanto de El Teniente como de cualquier industria. Por ejemplo, para producir un kilo de cobre se requiere la misma cantidad de agua para obtener 4,2 kilos de café o 5,2 kilos de carne de vacuno.
Por eso, para el Gerente de Plantas de El Teniente, Claudio Sougarret, "nadie puede dudar de la relevancia que tiene el agua y menos sentirse excluido del cuidado que debemos dar a este elemento, que no sólo usamos nosotros, sino también pertenece y compartimos con la comunidad, los agricultores, los viñateros y todas las industrias de la zona. Dicho en simple, no podemos dejar correr el agua y permanecer indiferentes". Más aún cuando el área que dirige requiere cerca de 85% del agua total que consume la División.
La afirmación cobra la mayor importancia si se considera la condición hídrica de la región, que ha experimentado tres años consecutivos secos, y la demanda por este recurso es creciente para nuestra actividad y para el resto de los habitantes y productores de O'Higgins. "Hoy, la disponibilidad de agua es más escasa y con valores crecientes. Por lo tanto, todas las gestiones que apunten al uso eficiente nos ayudarán a seguir en la línea de una producción competitiva y sustentable", explicó Sougarret.
Y así también lo establece el tercer Estándar Ambiental y Comunitario de la Corporación, referido a los recursos hídricos, que señala la necesidad de "asegurar la gestión sustentable del recurso hídrico actual y futuro para las operaciones...". Con ese objetivo –precisó Sougarret- "es necesario revisar cada proceso, la forma cómo usamos el recurso y, a partir de ahí, plantearse alternativas de mejoras".
Las precipitaciones normales o abundantes de años anteriores generaron reservas adecuadas para los requerimientos de nuestros procesos. Sin embargo, en los últimos años, la disminución de lluvia y nieve, sumado a la mayor demanda de distintos sectores de la región por más agua para consumo humano, agricultura y otros, son factores que imponen un uso eficiente del recurso para que alcance para todos los que lo requieren.
Al respecto, el Superintendente (s) de Aguas y Relaves, César Guzmán, indicó que El Teniente tomó decisiones como "la automatización y operación remota de procesos, que incrementó desde 60% a 68% la recirculación del agua incorporada a nuestros procesos. Además, en los últimos cinco años se redujo a un 35 por ciento el consumo específico de agua fresca por tonelada métrica", contó Guzmán, quien también es jefe de la Unidad de Espesamiento y Recirculación de Agua.
Todos estos logros fueron posibles gracias a la implementación de iniciativas impulsadas en los tres pilares que esta Gerencia considera fundamentales: el proceso, las personas y la tecnología. Con una plataforma tecnológica instalada, la Gerencia de Plantas ha orientado sus últimos esfuerzos al mejoramiento de los estándares operacionales y la capacitación al personal. Guzmán destacó que gracias a la instrucción impartida a operarios y supervisores se ha generado conciencia sobre el tema y una mirada positiva y propositiva hacia la optimización de los procesos. "Con el aporte de quienes intervienen directamente en las actividades donde se requiere agua, hemos encontrado espacios de mejora, lo que nos da información suficiente para tomar acciones oportunas y optimizar el uso del recurso", recalcó.
En cuanto a la tecnología, la Superintendencia, a través de Kairos Minning –perteneciente a Codelco y la empresa de automatización Honeywell-, ha implementado un sistema de control avanzado que ha permitido optimizar el proceso de espesamiento de relaves.
Además se realizó el cambio tecnológico -entre otros- del sistema de monitoreo en la conducción de relaves por otro más moderno y confiable, que permite un transporte seguro desde el área alta hasta el tranque, sin derrames ni pérdidas. En el área de control automático se incluyó el ciclo que va desde la captación a la entrega de agua industrial para procesos y servicios, lo que ha permitido contar con un monitoreo y control en línea de los estanques, líneas y válvulas principales de suministro para contar con información en línea.
También se han realizado mejoras orientadas a la incorporación de las aguas contacto túnel del proyecto Nuevo Nivel Mina (NNM), que salen desde Caletones hacia los circuitos de agua fresca y recuperada. "Hemos logrado implementar una estación de bombeo y línea de impulsión adicional que nos permite llegar con esta agua hasta el estanque de agua fresca para la concentradora. Esperamos que, si el caudal del proyecto NNM aumenta, seamos capaces de impulsar ese flujo adicional y reducir aún más el consumo de agua fresca", explicó Guzmán, quien, junto a todos los trabajadores de la Planta, están preocupados de identificar y eliminar todas las pérdidas.
Hacia una mayor eficienciaCon el objetivo de asegurar la disponibilidad de este recurso estratégico, El Teniente está impulsando diversas iniciativas:
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