Más de 60 niños y niñas son el rostro de la orquesta, que celebró sus dos años de vida con una emotiva gala, a la que asistieron la comunidad de Mejillones y las más altas autoridades de Codelco.
Mejillones, 24 de julio de 2012.- Intentar describir la música con palabras resulta prácticamente imposible, porque la música se vive, se siente y se goza en una fiesta de los sentidos. Eso es lo que ocurrió en la mayoría de los asistentes a la Segunda Gala de la Orquesta Sinfónica Infantil Escolar de Mejillones, realizada el viernes recién pasado en el Centro Cultural Gamelín Guerra, en el puerto nortino.
Fue una presentación en familia que contó con invitados ilustres, como el Presidente Ejecutivo de Codelco, Tomás Keller; el vicepresidente de Comercialización, Rodrigo Toro y el gerente general de Asuntos Públicos y Sustentabilidad, Juan Pablo Schaeffer. Una verdadera celebración para una comunidad que luce con orgullo su producto más destacados de exportación no tradicional.
Han pasado dos años desde que nació este proyecto, impulsado por el Fondo de Inversión Social del programa Codelco Buen Vecino, la Municipalidad local y el Gobierno Regional. Durante este periodo, más de 60 niños se han transformado en el rostro de este proyecto socio-musical que entrega una alternativa a menores con situaciones vulnerables. "Sustentabilidad implica validarse frente a la sociedad en el largo plazo y qué mejor iniciativa que estar involucrados con la comunidad en estos proyectos educacionales y valóricos que benefician a lo más importante de nuestra sociedad, que son los niños. Creo que esta es una oportunidad enorme de acercarnos y en realidad es un privilegio para Codelco el que la comunidad, a través del alcalde, nos haya dado la oportunidad a nosotros de contribuir con un grano de arena a esta gran iniciativa", sostuvo el Presidente Ejecutivo.
Un proyecto que nace a partir de la exitosa experiencia en Los Andes, donde la orquesta entera ya cinco años y que permitió también llevar un emprendimiento similar en Til Til, donde la orquesta ve sus primeras luces este año.
"La orquesta es todo para mí"
Son más de 60 millones de pesos los que contempla mensualmente la mantención de la orquesta, cofinanciados por cada uno de los socios de esta iniciativa, que considera más de una decena de profesionales de apoyo y a más de 60 familias involucradas a de corazón con el proyecto. "Esto es algo maravilloso, que ha transformado a nuestros hijos. El nuestro duerme con la flauta bajo la almohada. Si hay un terremoto estamos seguros de que se preocupará de ella antes que de nosotros", relató Hernán Díaz, padre de Hernán, de 13 años, a cargo de flauta traversa en la orquesta.
Hernán sueña con ser músico. "La orquesta es todo para mí. Si no estoy en la orquesta me siento mal, no soy nada. Para mí este es uno de los mejores proyectos que ha financiado Codelco en Mejillones y me siento muy feliz de ser parte de esto".
Desde su silla de ruedas, la madre de Lorena del Villar (contrabajo) comparte el entusiasmo y la emoción de Hernán y de sus padres. "Me emocioné caleta, me lo lloré todo. Mi hija está feliz, vive para esto", afirma orgullosa mientras a pocos metros Lorena, ajena a las palabras de admiración de su madre, degusta un trozo de torta en el cóctel con que finalizó la presentación.
Un canal de conocimiento a la comunidad
El proyecto partió con 50 niños. Los postulantes debieron sortear una prueba de aptitudes musicales (muchos de ellos no sabían tocar ningún instrumento), pero también debían cumplir con requisitos relacionados con su condición social. "El proyecto no tiene en su misión sólo hacer música, sino ser una alternativa verdadera frente a lo que es la población menos favorecida. Estamos hablando de familias que probablemente están al margen de muchas de las bonanzas que tiene nuestro país, situadas en lugares muy lejanos, distantes de los centros culturales, educativos y que acceden, por medio de los municipios, a los programas de orientación y ayuda", asegura Mario Brignardello, director de la orquesta.
Añade al respecto que, en Mejillones, "esto se transformó en un brazo más de la red social. Y eso para nosotros es un orgullo. El trabajo que se ha hecho acá, desde ese punto de vista, ha permitido que la orquesta sea un canalizador de problemáticas sicosociales, familiares y también ha permitido que podamos tener un grado de conocimiento mucho más profundo de lo que le ocurre a la comunidad en su vida más íntima. Esta orquesta abre ese canal".
Juan Pablo Schaeffer comparte plenamente estos conceptos. "Estamos muy contentos, queremos seguir trabajando con ellos, seguir construyendo y educando. Pero, por sobre todo, queremos seguir aprendiendo de los niños, que son el activo más importante que tenemos como país y ojalá sigamos trabajando con las orquestas juveniles y potenciando así esto que es clave para el desarrollo".
El alcalde de Mejillones es quizás quien más vibra con esta iniciativa, de la que se reconoce sin modestia alguna orgullosamente promotor. Marcelino Carvajal se quiebra varias veces durante su discurso en la gala. Como cada vez que asiste a las presentaciones de la orquesta, llora. "Lo que estamos haciendo es calidad de vida. Esto es calidad de vida. Y creo que la mejor inversión que se puede hacer es en nuestros niños y qué mejor que hacerlo a través de la música", asegura. Y en sus palabras, el reconocimiento a lo que ha hecho Codelco. "Ellos no están hablando de más cobre, de más plata o de más transporte hacia Mejillones. Codelco se está metiendo en nuestros hogares a través de nuestros hijos en este proyecto compartido"
Nuevo desafío: Concierto de Roberto Bravo
La Orquesta Sinfónica Infantil Escolar de Mejillones no descansa. Tras la gala, asoma un nuevo desafío. El próximo 9 de agosto, en el teatro Caupolicán, un grupo de sus integrantes tocará junto a Roberto Bravo en la celebración de los 50 años de vida artística del pianista. Será una agrupación mixta, formada por los tres proyectos de Codelco. Los niños de Los Andes, Mejillones y Til Til darán vida a una orquesta que acompañará al músico en esta presentación.
Eso no es todo, una vez terminadas las vacaciones de invierno, los escolares de Mejillones tendrán la posibilidad de integrarse a la orquesta en un nuevo proceso de selección. Tal como ha ocurrido cada vez que se produce un llamado, se espera que el entusiasmo y el interés por ingresar superen las expectativas.
Las palabras de Brignardello, el director, encierran el concepto final de este sueño. "Aún estamos en un proceso de nacimiento, de maduración. Lo que es cierto es lo que se ha generado en las comunidades donde esto se ha desarrollado -Los Andes, Mejillones, Til Til- y es la sensación de que efectivamente la comunidad se apropia del proyecto y percibe que esto es algo concreto, real y no es un evento, no es algo que viene y se va, sino que es algo a lo cual se puede optar y donde uno puede permanecer".
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