Mejoras de proceso en el molino de bolas de la Planta de Tratamiento de Escorias, en Caletones, permitió inyectar menos energía a uno de los activos de mayor consumo energético, sin afectar la producción.
Como un “cambio en el estándar operacional” definen en la Planta de Tratamiento de Escorias (PTE), de la División El Teniente, la iniciativa que redujo las revoluciones por minuto del molino de bolas de 12,5 a 9,5 y que logró un ahorro energético y económico, equivalente a US$1 millón anual.
“En la PTE, el 40% de los costos son de energía. Y de ellos, el 60% corresponde al molino de bolas. Entonces nos propusimos como objetivo bajar las revoluciones por minuto del molino, sin afectar las variables metalúrgicas”, explica Cristian Miranda, jefe de la unidad.
Ignacio Arriagada, ingeniero de mantenimiento, añade que “con el afán de generar esa reducción del costo energético, se consultó a los operadores y se llegó a la velocidad actual de los molinos. Probamos cómo reducir la velocidad, sin tener una merma en los resultados productivos”.
Así, luego de una serie de testeos, la velocidad estándar de operación del molino de bolas, que era de 12,5 revoluciones por minuto, fue disminuyendo gradualmente hasta llegar a 9,5 e, incluso, 8,5 revoluciones por minuto en algunos momentos.
A juicio del operador experto, Cristóbal Pérez, “es bueno hacer estos ajustes, porque ya pasamos la puesta en marcha de la planta (que comenzó sus operaciones en 2019) y estamos en la optimización para sacar el mayor potencial a cada equipo”.
Paula Calvo, superintendenta de la Planta de Tratamientos de Escorias, destaca que «la reducción del consumo energético ha sido un trabajo colaborativo tanto del equipo de operaciones como de mantenimiento, que va en la línea de buscar nuevas oportunidades para hacer más competitivo nuestro negocio. La iniciativa tuvo muy buen impacto en el ahorro energético y económico de la planta, sin afectar nuestro producto, lo que nos hace sentir orgullosos».