Ya son 30 años los que Patricio Salas lleva trabajando para la División El Teniente. Hoy, lo hace como supervisor de mantención mecánica de la empresa Nexxo, en la Planta de Chancado Secundario. “En este momento tengo siete personas en mi equipo, estamos armando aún las cuadrillas, seleccionando a la gente que está comprometida con la planta”, cuenta.
¿De qué se trata tu trabajo?
Nuestro trabajo es mantener los equipos, que estén funcionando al 100% para que siempre estén produciendo. Eso lo hacemos con harta planificación y mucha seguridad también, conociendo los equipos, los repuestos, el funcionamiento de la planta más que nada, enseñándole a la gente cómo tiene que hacer el trabajo y entregando las tareas a tiempo y de forma segura.
¿Cuáles son las tareas más comunes?
Generalmente, acá las mantenciones son de los chutes, que son equipos que están en las correas donde se traspasa la carga de un lugar a otro, por eso se llaman chutes de traspaso. También los polines, que es por donde pasan las correas; harneros, que son los que clasifican el material. Ese es el fuerte más o menos en nuestro día a día: harneros, polines y chutes.
Aquí hay mantenciones programadas y mantenciones no programadas, que son las que aparecen en el día a día o alguna emergencia. Las programadas las preparamos con tiempo, los repuestos y todo lo que corresponde; las no programadas, por lo general, tienen que ver con polines o paneles de harneros que se pueden caer, chutes que se rompen o desgastes excesivos que hay que atacar en el momento.
¿Cuánto tiempo llevas trabajando para El Teniente?
Llegué más o menos en 1993 o 1994 a hacer los primeros trabajos, a esta misma planta, el chancado secundario. Fabricamos unos chutes auxiliares, también fui maestro soldador. He ido pasando por distintos lados, a veces estuve en otras partes y ya en 2005 más o menos que estoy fijo en la Planta de Chancado Secundario y no me he movido de aquí.
¿Cuál sientes que ha sido tu principal desafío en todos estos años?
En el ámbito laboral, mantenerme en el trabajo, seguir aportando. Y en lo familiar, sacar adelante a mi familia.
¿Qué sientes que le ha entregado El Teniente a tu vida?
Muchas cosas. Pude darles educación a mis hijos, tener mi casa propia. Y siento que yo también he aportado a Codelco, que ha sido de ambas partes, porque me ha dado estabilidad para sacar adelante a mi familia y yo también le he entregado mucho a la empresa.
¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
La mantención es un trabajo muy dinámico, se conoce harta gente. Hemos ayudado harto a muchos jóvenes que estudian, ingenieros también que se han ido a otros lados, les damos ánimo para que sigan, les enseñamos y eso enorgullece.
¿Qué mensaje o consejo te gustaría darles a las personas de la División en materia de seguridad?
Que debemos cuidarnos siempre, conocer el trabajo antes de ir a hacerlo, guiarnos por lo que dice la gente con más experiencia, no llegar e intervenir un equipo sin conocerlo bien. Acá nos damos el tiempo de enseñar a la gente, porque a veces hay algunos que dicen que no le tienen miedo a nada y después salen lesionados, no escuchan, entonces tenemos que cuidarnos.
¿Qué significa para ti trabajar y ser un aporte en la generación de excedentes de Codelco, que la empresa entrega a todos los chilenos y chilenas?
Para mí significa mucho. Estoy convencido que todos somos un aporte, el estar aquí ya nos hace ser un aporte al país, manteniendo esta planta y es algo que hacemos en equipo, tanto las personas de Codelco como los contratistas. Y me siento bien de ser parte de ese aporte, quiero seguir mejorando y haciéndolo hasta que me den las fuerzas para seguir trabajando.