Operaciones

El Teniente implementa nuevo sistema para la reducción secundaria

Gracias a una iniciativa impulsada por la Gerencia de Desarrollo e Innovación, la tarea de fragmentar las rocas de gran tamaño cuenta con un nuevo tipo de explosivo que busca aportar en materia de productividad.

 

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Se trata de cargas focales, tecnología proveniente en la industria militar,que se adaptó para ser utilizada en minería subterránea.


La labor de "cachorreo" o reducción secundaria, que busca fragmentar una colpa o roca de gran tamaño para permitir su traslado en las palas LHD, está ad portas de cambiar gracias a un nuevo explosivo que prescinde de la fase de perforación y tiene un efecto más focalizado.

Se trata de las cargas focales, tecnología proveniente en la industria militar para perforación de blindajes, que la Gerencia de Desarrollo e Innovación (GDI) de El Teniente -en un trabajo multidisciplinario que incluyó a Codelco Tech- adaptó para ser utilizada en minería subterránea.

Juan Cristóbal Videla, superintendente de Innovación, explicó que la iniciativa responde a uno de los modelos de gestión de la GDI, que es buscar en el mercado, no necesariamente minero, alguna tecnología que sea técnicamente factible de adaptarse y aporte valor a la operación.

Luego de un piloto inicial en diciembre de 2016 y pruebas en octubre y noviembre en la Mina Esmeralda, las expectativas son altas.

"La reducción secundaria cuenta con ciertas operaciones unitarias desde que llega la cuadrilla de cachorreros hasta la explosión, esto incluye un jumbo que barrena las perforaciones para instalar los cartuchos de dinamita en las rocas. Con la inclusión de este explosivo, dejamos de depender de este equipo y sus implicancias en cuanto a disponibilidad: tiempo, horas persona del operador y suministros o mantenimiento, con foco en la productividad", indicó Nicolás Montecino, ingeniero de la Superintendencia de Innovación y jefe del proyecto.

Revolución

La Fábrica y Maestranzas del Ejército (FAMAE) elaboró los primeros 50 explosivos que se usaron para la prueba inicial en Esmeralda. Luego, hubo una segunda partida para los testeos actuales, y los buenos resultados hicieron que éstos se extendieran también a las minas Dacita y Pilar Norte.

Nicolás Jamett, jefe de Unidad de mina Esmeralda, estima que las cargas focales representan un cambio radical en la forma de hacer el "cachorreo" y van en la línea de lo que exige hoy el negocio minero, más tecnológico e innovador.

"Es una revolución para la labor de reducción secundaria. Si somos capaces de demostrar -y así lo estamos haciendo- que esto funciona, vamos a mejorar los tiempos, la efectividad y generar mayor sustentabilidad en el proceso", manifestó.

Jamett destaca que los operadores del área aprobaron el nuevo implemento y ello permite vislumbrar un buen futuro. "Lo importante es que sacamos de la actividad un equipo de perforación que hoy no tiene una alta confiabilidad operativa. Por lo tanto, eliminarlo representa un ganar-ganar para nosotros: horas de mantenimiento para otro equipo y otras. Lo segundo es la efectividad de la reducción secundaria, ya que esta nueva carga produce un daño focalizado en la roca", sostuvo.

El futuro

Luego de las pruebas que seguirán durante noviembre, la GDI espera que el último mes del año marque la llegada de las nuevas cargas focales a toda la mina subterránea.

"Estamos en un proceso para que las empresas de explosivos nos fabriquen las cargas focales. Diseñamos una licitación, porque la propiedad intelectual de la adaptación es de Codelco, y ahora como Corporación buscamos -dado que vamos a tener una gran cantidad de oferentes- abrir el mercado y con eso bajar los precios del explosivo. Así, en diciembre esto debiera estar masificado a toda la mina", planteó Juan Cristóbal Videla.

El paso final para la Gerencia de Desarrollo e Innovación será analizar los datos que se extraen a diario en el uso del explosivo para "calcular el valor que está agregando esta tecnología al proceso, cuánto ahorraremos o cuánto más vamos a producir al acortar los tiempos de interferencia. Lo más importante que logramos es que el minero estime que lo nuevo funciona y es mejor para su trabajo", señaló el superintendente de Innovación.

Mayor efectividad

Waldo Ubilla, operador experto Esmeralda:
"En los lugares que lo hemos probado dio buenos resultados. Funciona bien, faltan detalles como probarlo en otros tipos de roca y ver si sirve para puntos colgados. Pero lo que más hemos podido ver en la operación diaria es que esto nos va a permitir dejar de necesitar la perforación previa, para ganar en productividad".

Omar Oporto, operador Producción Esmeralda:
"Considero que estos explosivos son mejores que los anteriores, ya que la forma de romper la roca es distinta y, además, nos permite disponer mejor los tiempos al no necesitar del equipo perforador. Incluso analizamos la posibilidad de que puedan contener amarras como para probar en puntos colgados, ya que corta la roca en forma más efectiva".