La optimización del rajo, en su condición de cierre, consistió en un aumento de 3 grados del talud de la pared norte- este. Con ello se establece el compromiso de aporte adicional al negocio de Codelco, aproximadamente de 200 millones de dólares.
Aún cuando la entrada de la mina subterránea está a la vuelta de la esquina y que el rajo de Chuquicamata se encuentra en su etapa de cese de operación, todavía es posible mejorar esta área del negocio. Esto es precisamente lo que realizó el equipo de Geotecnia y de Planificación de la Gerencia de Recursos Mineros y Desarrollo (GRMD) de la División Chuquicamata, cuya iniciativa fue concebida a partir de la búsqueda de ideas que mejoren el valor del negocio, pero fundamentalmente condicionada con asegurar el cuidado de las personas en su lugar de trabajo.
El proyecto propuesto, que consiste en la “Optimización del Ángulo Interampa, en más 3 grados en fase 46-49”, debió competir con otras iniciativas en el cumplimiento de los siguientes principios básicos: un menor riesgo para las personas, menor dificultad para implementarlo y en el aporte al negocio de la división. Así se buscaba mejorar la calidad o ley del mineral, de las reservas a explotar en el plan y sobre todo, reducir el estéril de desarrollo a extraer. Todo esto condicionado a no comprometer la estabilidad de los taludes que se encuentran en el sector norte- este de la centenaria mina.
Este proyecto implicó un largo proceso de desarrollo, captura de información, modelamientos y revisión de expertos de la información generada. Todo este proceso se realizó en un periodo de al menos cinco años, dado el nivel de precisión requerido, seguridad para las personas y revisión del nuevo plan para la operación.
“Esto comenzó en 2012 con la confección en conformidad requerida para el financiamiento de proyectos. Estos recursos permitieron realizar, durante los años 2013 y 2014, 25 sondajes geotécnicos e hidrogeológicos. Con un total cercano a los 9 mil 600 metros, de información adicional y necesaria para identificar con mayor precisión las zonas con potencial oportunidad de optimización. Los análisis determinaron que la pared del sector norte - este, era el más idóneo para implementar rediseños optimizantes del rajo”, explicó Gustavo Aguirre, director de Planificación y Desarrollo de la GRMD.
Los tres proyectos evaluados fueron: aumentar la inclinación en 3 grados ángulos de talud del rajo; disminuir anchos de rampas de acceso de la mina y desarrollar bancos cuádruples. Estos fueron evaluados desde la perspectiva del riesgo para las personas y condición de estabilidad de las paredes del rajo. Para ello se confeccionó una nueva metodología de análisis e implementación de modelos predictivos de evaluación, con validación de la información generada en un panel de expertos, proceso liderado por Milko Diaz, superintendente de Geotecnia.
La información base para el modelamiento fue complementada con la existente, de tal manera de aumentar la precisión de las herramientas predictivas. El proyecto finalmente considera desde el banco 2497 en el sector norte de la mina y en pared este, desde el banco 2376, hasta el fondo mina. La primera etapa ya comenzó durante el primer trimestre del 2017 y luego se incorpora el 2018, en pared este.
Los 3 grados
El incremento de los 3 grados a esta zona del rajo significa que los taludes tendrán una inclinación más vertical, pasando del diseño vigente de 55 a 58 grados en el lado pared este, mientras que en el norte alcanzará los 53 grados. Ello permite extraer más mineral y de mejor ley, además permite ahorrar u optimizar el desarrollo en 13 millones de toneladas de material que ya no será necesario extraer. Esto permite aumentar 14 millones de toneladas de sulfuros con una ley de 0.83% de cobre, antes el plan comprometía leyes de 0.79%.
“Para llevar a cabo este proyecto se realizó toda una estrategia distinta de gestión de la información. Básicamente el aspecto diferenciador fue el análisis de ésta en tres modelamientos y desarrollados en paralelo, con la misma base de entrada”, profundizó Milko Díaz.
Los tres modelamientos que se desarrollaron de manera independiente -riesgo, estructura y estabilidad-, pero con la misma información “fueron un aporte muy importante que nos permitió identificar cantidad de bloques inestables y lo pudimos correlacionar con todos los análisis que se realizaron simultáneamente. Si alguno de estos indica la imposibilidad de implementación o de aumento del riesgo del plan, se abandona el proyecto de optimización del rajo”, agregó Milko Díaz.
Gustavo Aguirre, añadió que “los tres análisis definieron de manera independiente el proyecto a implementar, lo que asegura el menor riesgo para la operación, las personas, un nuevo compromiso y mejoramiento del valor del negocio. De esta forma se determinó por la optimización del diseño del rajo, aumento de más 3 grados de Inclinación en pared norte-este”.
Este proyecto ya se incluyó en el plan de desarrollo 2017, lo que permite extraer más mineral, de mejor ley y con menor desarrollo de estéril. El beneficio global aproximado asciende a los 200 millones de dólares adicionales, en comparación al plan anterior.
De esta manera, el desafío de esta iniciativa es alcanzar un mejor cierre del rajo de Chuquicamata y aún más, maximizar los recursos que, después de 102 años de explotación y a un kilómetro de profundidad, Chuquicamata sigue entregando para el desarrollo de Chile.