Agrupación de Padres y Amigos de Niños Autistas de El Loa (Apanal) obtuvo los recursos para realizar un taller de computación, dirigido a padres, socios y funcionarios de la institución.
Con un taller de computación denominado “De las manos de mi tía avanzo en tecnología”, la agrupación de Padres y Amigos de Niños Autistas de El Loa (Apanal), benefició a más de treinta personas, entre padres, socios, funcionarios y además apoderados del Colegio Padre Alberto Hurtado, lugar en el que se dictó el curso.
La iniciativa se hace posible gracias a un fondo concursable de Codelco Distrito Norte, que la agrupación se adjudicó este año. Dichos recursos permiten implementar mejores equipos tecnológicos -que aporten al desarrollo de habilidades de las niñas y niños- y asimismo capacitar a tutores para asegurar un apoyo complementario al trabajo que se realiza en casa.
La directora de Apanal, Sandra Guemes, agradeció la ayuda recibida. “Esto es muy importante porque, haciendo el curso, los padres se dan cuenta que utilizando bien el internet y los equipos, se mejora la funcionalidad, y los menores lo pueden utilizar un rato para diversión y otro para educación”, explicó.
Una visión que compartió el gerente de Asuntos Comunitarios y Sustentabilidad del Distrito Norte, Claudio Flores. “Uno de los objetivos que buscan nuestros fondos concursables, es generar capacidades y orientarlas hacia el trabajo en equipo y el bienestar de los diversos sectores de nuestra sociedad. Este objetivo se cumple con este proyecto, que sin duda va a potenciar el desarrollo de las niñas y niños y también de sus padres, quienes están haciendo un esfuerzo muy valorable para mejorar su calidad de vida”, enfatizó.
Apoderados entusiastas
Tania Reygada, madre de uno de los niños que se atiende en Apanal destacó que, “el curso ayuda no sólo en la relación que se tiene con nuestros hijos, sino que además contribuye a un desarrollo personal, ya que si uno maneja mejor los aparatos tecnológicos el provecho que puede sacar es más amplio”.
El curso se hizo extensivo a diez apoderados del Colegio Padre Alberto Hurtado, ya que el establecimiento facilitó las dependencias y los equipos para que se dictara el taller. Uno de los beneficiados, Sandro Robles, dijo que “es bueno para nosotros no sólo por el curso de computación, sino también porque se da a conocer una agrupación que es importante para la comunidad. Ayudan al desarrollo de las niñas y niños con autismo y a sus familias, lo que también contribuye a una mejor integración”.