El llamado fue a entender que detrás de las estadísticas existen personas y sus familias.
Con un mensaje orientado a la necesidad de crear un ambiente de trabajo con procesos bajo control, en el que se pueda producir sin descuidar la seguridad, se llevó a cabo un nuevo Consejo Superior de Seguridad en Chuquicamata.
En el encuentro se destacó que la división cuenta con las herramientas y recursos para ejecutar una producción segura (personas, estándares, prácticas seguras de trabajo y equipamiento) y que el desafío es ponerlo todo “bajo control”. Para ello, se llamó a la supervisión a creer en sí misma y empoderarse en de su rol para influir de forma positiva a las trabajadoras y trabajadores.
Para esto, coincidieron los asistentes, es preciso dimensionar el trasfondo de las estadísticas que se revisan constantemente, pues detrás de ellas no sólo hay un trabajador o una trabajadoras accidentados, sino que toda una familia.
“Las estadísticas son para cumplir metas, pero los accidentes generan dolor a todo el entorno del trabajador, por eso debemos pensar más allá y ser más rigurosos con nuestra gestión. Si bien nuestra primera tarea es producir, ésta debe con una producción limpia y sin accidentes, que –en definitiva- es nuestra meta final”, comentó, Juan Pablo Rauld, analista de gestión de la Gerencia de Recursos Humanos.
No bajar la guardia
El encuentro prosiguió con los resultados de seguridad alcanzados a noviembre, destacando que el objetivo siempre será cero accidentes. Por ello, se requiere mayor atención en cultura preventiva, haciendo hincapié en el sistema de gestión SIGO.
Finalmente, se reconoció a cuatro trabajadores que han proyectado el espíritu que la organización busca replicar en esta materia. Entre ellos estuvo Eduardo Ledezma de la empresa Atlas Copco; el operador de CAEX Juan Cortés; Héctor Fuentes, de Chancado Primario y Fernando Castro, instrumentista electrónico en la Planta SX.