En la jornada de cierre, las y los visitantes participaron además en la misa que se celebró en la Parroquia El Salvador, encabezada por el padre Enrique Olivé.
Con un impecable desfile cívico-militar, culminaron las actividades oficiales preparadas para conmemorar los 103 años de Chuquicamata, que además estuvieron insertas en el Mes del Patrimonio. Una tradicional actividad en la que participaron efectivos militares, establecimientos educacionales y representantes de diversas agrupaciones de ex habitantes del campamento, todo bajo la atenta mirada de autoridades regionales, encabezadas por el intendente de Antofagasta, Marco Antonio Díaz.
Una más de las actividades que este año estuvieron enfocadas en poner en valor el patrimonio cultural y arquitectónico y que también apeló a que la comunidad sea parte de los desafíos que permitirán a Chuquicamata seguirán aportando al país.
Así lo señaló el gerente general (s) Benjamín Gareca. “Mucha emoción, mucho orgullo por la historia de nuestra división y el campamento, pero también el compartir la tremenda oportunidad y desafíos que tenemos para impulsar esto hacia el futuro. Chuquicamata está vinculado a todos los chilenos y chilenas, no sólo a las chuquicamatinas y los chuquicamatinos y tenemos ahí un desafío para impulsar la conservación del campamento, pero también la actividad de la división para que siga aportando a todos los chilenos”.
El desfile contó con la participación del intendente de la Región de Antofagasta, Marco Antonio Díaz, quien valoró la posibilidad de compartir con los ex habitantes del campamento, destacando el aporte que hace la división Chuquicamata al desarrollo de la región. “Chuquicamata sigue readecuándose en sus procesos para continuar aportando al país y no me cabe duda que al igual que hoy, en el futuro serán los hombres y mujeres que estarán en la subterránea los que mantendrán este mismo compromiso”.
El alcalde de Calama, Daniel Agusto, también se refirió a esta celebración por la historia y el patrimonio que convocó a un centenar de personas. “Es un día de mucha emoción, es un día de nostalgia para todos los que tenemos el privilegio de haber nacido en este campamento. Cómo no recodar tantas historias, vivencias, anécdotas de la gente de Chuquicamata. Nuestra lucha seguirá para que esta historia no muera y sea traspasada a las generaciones futuras”.
Misa
Otra de la actividades que convocó a un gran número de personas fue la misa que ofició el padre Enrique Olivé, que reunió a los feligreses de la capilla El Salvador. Allí entregó un mensaje que instó a los asistentes a mantener la Fe donde se encuentren, por ello agradeció que hoy puedan compartir un lugar en el campamento que ha sido resguardado y protegido por la administración de Codelco Chuquicamata.
Por ello, los asistentes a estas actividades comentaron estar emocionados de revivir momentos en el ex campamento. Marisol Titichoca comentó: “Soy nacida y criada aquí. Imagínate la emoción que me embarga, porque fui bautizada en esta iglesia. Ahora traigo a mi madre después de 40 años. Son muchas sensaciones que quizás los jóvenes no entienden. Mis hijos me dicen ‘Mamá cómo tanto por chuqui’ pero es una cosa que llevo en el corazón. Los que nacimos acá, los que vivimos acá, sabemos lo que se siente”.
Así también lo señalo Ignacio Joglar, al sentir una gran emoción de recorrer Chuquicamata. “Es una experiencia surrealista para mí. Nosotros como familia hace 5 años que no estábamos acá porque nos fuimos al extranjero y volver a recorrer estas calles tiene esa sensación. Hay emociones que se reviven, como si el campamento nunca se hubiera cerrado”.
También Sonia Aguilar, se emocionó al entrar en los edificios históricos y recordar sus vivencias allí. “Me siento contenta de haber venido a mi Chuquicamata, donde nacieron mis hijos y venir aquí me causa un poquito de pena, pero es así… Muchos recuerdos, el Club Chuqui, la plaza, el Club de Empleados, el Banco del Estado, todo muy lindo, pero lo vivo con mucha nostalgia”.
De esta forma y durante tres días, la comunidad disfrutó de actividades que les permitieron recordar la época de oro de Chuquicamata y con ello se interiorizaron sobre los desafíos que tiene la histórica división Codelco respecto al futuro.