Operaciones

La leyenda y los pueblos que dieron inicio a un gigante

Desde el “charqui de cobre” que se obtenía en la superficie hace más de 100 años, hasta la moderna operación subterránea que comenzará a funcionar en 2019, la vida de la mina más grande del mundo está llena de historias.

La leyenda cuenta que un miembro de la tribu kunza, en el norte de Chile, inició un viaje por el desierto para cazar al dios de los metales, un gigantesco cóndor de oro. Cuando lo encontró, lo enfrentó en una dura batalla y logró vencerlo.

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Como premio por su hazaña, el dios derrotado le ofreció escoger entre tres minas: dos de ellas eran de oro, la tercera, de cobre. El héroe kunza pensó que si escogía alguna de las de oro, sería egoísta, por lo que prefirió la de cobre, lo que le permitiría, además, ayudar a su pueblo.

El cóndor se mostró impresionado por la sabia respuesta, por lo que le pidió que tirara su "chuqui" (lanza), lo más lejos posible para ver que "kamac" (distancia) podía alcanzar. El recorrido de la vara definió el tamaño final de la mina de Chuquicamata.

Kunzas, atacameños y españoles
Más allá de la mitología, los vestigios arqueológicos hallados en la zona, indican que fueron los integrantes del pueblo chuco quienes descubrieron las propiedades del metal rojo y comenzaron a aprovecharlo, utilizándolo en la producción de herramientas y armas. Ellos le dieron su nombre actual a la mina Chuquicamata, que quiere decir "límite de la tierra de los chucos" y también "punta de lanza".

Inicialmente el yacimiento contenía grandes cantidades de cobre nativo en los faldeos de los cerros. Los estudios realizados en el sector ubican sus primeras explotaciones alrededor del año 500 antes de Cristo. Se conoce que los Lickanantai o Atacameños usaban herramientas de madera y piedra con los que construían piques en estos cerros para obtener "charqui de cobre" o cobre nativo que se encuentra entre las rocas y a baja profundidad.

El mineral siguió siendo explotado por todos quienes llegaban a la región, fundido en hornos instalados en la ribera del río Salado. Incluso los españoles Diego de Almagro y Pedro de Valdivia lo utilizaron para recuperar las herraduras de sus caballos.

Pioneros del cobre
Una de las referencias más antiguas que se conocen sobre el yacimiento data de 1793. Se trata de un litigio entre un corregidor y un aborigen por la posesión de una de las pertenencias de la mina "Choquemata".

Otro hito importante fue el hallazgo del "hombre de cobre" en 1899: un minero ancestral de más de 1.500 años que quedó atrapado entre las rocas y que fue descubierto momificado por un derrumbe en la vieja mina "La Restauradora".

La riqueza en cobre de la zona se hizo conocida y creció en fama durante el siglo XIX, lo que atrajo a numerosos afuerinos interesados en explorar el mineral que afloraba en la superficie. Hacia el fin de ese siglo, luego de la Guerra del Pacífico, muchos particulares se instalaron en la zona y, en algunos casos asociados con compañías comerciales, fueron más de 300 las pertenencias que se explotaban y se instalaron varias fundiciones en los alrededores.

Todo esto llamó la atención de un abogado y banquero estadounidense, Albert Burrage, quien buscaba nuevos yacimientos en Sudamérica. Una vez en el lugar, envió muestras a los laboratorios de la Braden Copper Company en El Teniente y a Estados Unidos, las que arrojaron muy buenos resultados y aprobaban la explotación a gran escala del yacimiento.

Burrage insertó un proceso para detectar minerales con leyes sobre 1,5, consideradas como bajas en aquella época, e inició un proyecto para explotar Chuquicamata. Consiguió autorización para un establecimiento metalúrgico con capacidad para 250 toneladas por día, pero no contaba con los recursos económicos para este desafío, por lo que se contactó con los hermanos Guggenheim y les cedió sus derechos en 1912.

Nace una industria
Los hermanos Guggenheim aportaron el capital y fueron adquiriendo los títulos de todas las pertenencias conocidas, organizando la Chile Exploration Company. En 1913 fueron autorizados para funcionar, iniciando la construcción de una planta de óxidos, una fundición, una casa electrolítica y una planta de lixiviación para minerales de baja ley.

La puesta en marcha y el desarrollo de un método para tratar mineral de baja ley a gran escala y en forma rentable, llamó la atención en todo el mundo generando gran expectativa. El periódico "The Engineering & Mining Journal" afirmó en 1914 que Chuquicamata era el depósito de cobre más grande del mundo.

La mina y sus primeras instalaciones fueron inauguradas el 18 de mayo de 1915 por el Presidente de Chile, Ramón Barros Luco, quien, mediante un timbre a distancia desde La Moneda, puso en marcha las operaciones haciendo contacto con la central eléctrica de Tocopilla.

Hoy, 103 años después, Chuquicamata es una de las principales minas de Chile. Forma parte de Codelco, compañía que trabaja intensamente en el proyecto Chuquicamata Subterránea que extenderá la vida de este centro de trabajo por unos 40 años más, para seguir aportando al desarrollo de Chile.