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Niños y apoderados de escuela en Calama aprenden hábitos de vida saludables

Dirección de Comunicaciones Una muestra de gastronomía saludable se llevó a cabo ayer en la escuela D-37 República de Bolivia, en el marco del proyecto Buen Vecino Cuidando mi cuerpo aseguro mi vida, que beneficia a más de 800 personas en Calama.

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Foto 1: Niños de la escuela promueven folletos de salud.
Foto 2: Muestra gastrómica: Muestra gastronómica de comida saludable.
Foto 3: Equipo saludable de la escuela República de Bolivia.
Foto 4: Apoderadas en la sala de máquinas de la escuela.



Promover el autocuidado y el ejercicio físico son los objetivos del proyecto Cuidando mi cuerpo, aseguro mi vida, que desarrolla la escuela D-37 República de Bolivia, con el apoyo de la Gerencia de Exploraciones de Codelco.

 

“Si nosotros queremos que nuestros niños mejoren su condición de salud física, los papás somos los primeros que tenemos que estar alertas a las condiciones de riesgo. Hay niños que muchas veces vienen sin colación al colegio; otros traen unas colaciones que parecen almuerzos de fin de semana. Tenemos que llegar a regulaciones y trabajar en este foco que es la educación hacia la familia,” asegura Susana Correa, directora de la escuela República de Bolivia.

 

El proyecto, con una inversión cercana a los 8 millones de pesos (de los que Codelco aporta 6.800.000 pesos), estimula la educación saludable y la prevención de problemas de sobrepeso y obesidad entre los alumnos y apoderados de la escuela, apoyados en diagnósticos y la instalación de mejores prácticas físicas y nutricionales.

 

El establecimiento educativo se caracteriza por su sello de Escuela Saludable, lo que implica que están trabajando desde hace un tiempo en la línea de alimentación sana con los alumnos y haciéndolo extensivo a los apoderados. “El kiosko de esta escuela también vende cosas sanas y eso es algo que nosotros a nivel de corporación estamos imitando,” dijo Irma Vega, representante de la Corporación Municipal de Desarrollo Social de Calama. Anunció que “para el próximo año se va a exigir a todos los establecimientos vender por lo menos el 50% de alimentos saludables; y al año 2011, el 100% tendrá que ser sano. Las cosas buenas hay que imitarlas,” acotó Vega.

 

Por su parte, Cony Fabián, asistente social de la Municipalidad de Calama, quien asistía por primera vez a la muestra gastronómica, señaló que le perece excelente esta intervención en beneficio de los niños. “Más aún, cuando son colegios municipales, con niños que tienen situación vulnerable, que no siempre cuentan con su colación de mejor manera. Es una experiencia que ojala se mantenga y se pueda repetir en otros colegios”. Añadió que “el tema de la salud es un tema contingente, es una realidad. Los padres también cometemos errores, tenemos malos hábitos que transmitimos a nuestros hijos”.

 

El proyecto cuenta con el apoyo de la Gerencia de Exploraciones de Codelco, Inacap, la Universidad del Mar, entre otros.

 

Este es el segundo año consecutivo del proyecto ganador del Fondo Concursable para el Mejoramiento Educacional, Cuidando mi cuerpo aseguro mi vida que promueve el programa Codelco Buen Vecino. En 2008, Codelco aportó con las máquinas de ejercicios, como trotadoras y bicicletas, para la sala cardiovascular del establecimiento, por un monto 2.000.000 de pesos.

 

“La importancia de esta iniciativa radica en el nivel de participación activa logrado no sólo del cuerpo docente, sino de un número importante de apoderados, lo que le da un sentido de permanencia y sustentabilidad en el tiempo,” opina Mirtha Solari, subgerente de Gestión de Operaciones y Propiedad Minera de la Gerencia Corporativa de Exploraciones de Codelco.

 

Este año profesionales especializados (nutricionista y kinesiólogo) realizaron una evaluación a todos los alumnos de 1° a 8° básico (peso, talla, presión arterial, etc.). Luego realizó un análisis de las evaluaciones, para focalizarse en los niños y jóvenes que presentan sobrepeso u obesidad. También se evaluaron a los niños que el año pasado presentaron dichos problemas de salud.

 

“Participar en este proyecto ha sido muy grato, porque he visto resultados óptimos. Quizás en un inicio fue muy difícil focalizar el grupo, motivar a padres y alumnos, porque muchas veces está el papa motivado y no el hijo. Lo que me ha gustado han sido los cambios que han habido y la motivación que hay de alumnos, padres y profesores. Se ha formado un equipo donde todos están preocupados de la alimentación del niño, de focalizarlo, de trabajar en equipo,” asegura Vianka Zepeda, nutricionista del proyecto.

 

En las evaluaciones realizadas durante 2008, se detectó que un 25% de los niños de la escuela presentaban sobrepeso u obesidad; en las mediciones de este año, el índice bajó a 20%.

 

Sobre la base de estos resultados, se lleva adelante un programa de actividad física responsable (para segundos, terceros y cuartos básicos); recreos entretenidos (para los niños de primero básico) y para los alumnos con sobrepeso se realiza un programa de ejercicios en la sala cardiovascular (terceros y cuatros básicos en la mañana y quintos y octavos básicos en la tarde).

 

Gerald Quezada, uno de los alumnos que participa en el Equipo Saludable, cuenta que “ha sido divertido y entretenido participar en el team del recreo. Y mejor para mí, por mi salud y por como soy yo, gordito. En la sala cardiovascular también participo, a veces cansa, pero es entretenido y me ha hecho bien para mi salud”.

 

Niños y padres se ejercitan juntos


El proyecto contempla, además, un trabajo con los padres, quienes fueron evaluados y de acuerdo a los resultados, un grupo de ellos está trabajando de manera focalizada en la sala cardiovascular una vez a la semana.

 

Margarita Henríquez es una de las apoderadas del programa relata que “uno aprende a hacer una vida saludable, tanto uno como sus hijos. Cuando uno tiene cierta edad es muy bueno, porque mis hijos son bien saludables; yo soy la poco saludable.”

 

Otra de las participantes es Paola Fernández, quien señala que “participar de este proyecto ha sido muy bueno, porque uno se deja estar en la casa. La experiencia ha sido muy buena, enriquecedora, porque hay muchas mamás que no tienen la posibilidad de ir a un gimnasio, en cambio acá vienen con su hijo a la escuela, hacen ejercicio y después se van juntos. Pueden compartir con ellos también”.

 

Paralelo a ello, se realizan talleres de alimentación saludable a niños y padres, donde se aprende cuál es los alimentos más sanos y se promocionan colaciones frías, transportables y saludables, a través de dípticos y un recetario. En este contexto, se enmarcó la Muestra Gastronómica Saludable que se efectuó ayer en la escuela.

 

Finalmente, Osvaldo Pulgar, monitor deportivo del proyecto, señala que esta ha sido una muy buena experiencia y “esperamos que otros colegios se contagien con este tipo de iniciativas Hay que aprovechar esa chispa de vitalidad que tienen los muchachos y transmitirla, no solo a un grupo reducido sino a todos, para que se contagien de estas buenas vibras y decir no a la obesidad y al sobrepeso. Los seres humanos estamos hechos para el movimiento, no para el sedentarismo”.