Dirección de Comunicaciones El ejecutivo señaló que los impactos negativos sobre Chile serán menores que en otras crisis, ya que ahora el Estado cuenta con recursos, que ahorró en épocas de altos precios del cobre, para estimular la actividad económica e ir en ayuda de quienes más lo necesitan.
|
||||||
“A diferencia de décadas pasadas, hoy la industria del cobre en Chile es contra-cíclica y no colabora en magnificar los impactos de la crisis”, señaló hoy el Presidente Ejecutivo de Codelco, José Pablo Arellano, durante la 8ª Conferencia Mundial del Cobre que realiza Cesco – Cru en Santiago, evento que reúne a la minería mundial.
“La crisis es muy grave internacionalmente, es la más grave desde la gran depresión, pero Chile está en mejor posición para enfrentarla y lo está haciendo mejor de lo que lo hizo en crisis anteriores de menor magnitud, como las que vivimos en décadas pasadas”, sostuvo el ejecutivo. Los excedentes de Codelco, que en los últimos 3 años sumaron más de 22 mil millones de dólares, junto con los aportes de la minería privada a través de impuestos, permitieron al gobierno generar un ahorro que está ayudando ahora a contrarrestar los efectos de la difícil situación económica internacional.
Los ciclos de precio – explicó el Presidente Ejecutivo- no son nuevos y los venimos viviendo desde los años 50. Sin embargo, en episodios anteriores cada caída del precio del cobre afectaba el crecimiento del país y la industria del cobre era pro-cíclica, agravando y amplificando los efectos de la crisis. “Hoy la industria del cobre es contra-cíclica, ayuda a contener la crisis, por lo tanto es una industria de mucha más relevancia para Chile”, dijo Arellano.
Durante su exposición, ahondó en las diferencias entre las bajas de precio anteriores y la actual, destacando que hoy se observa una menor acumulación de stock; una más rápida reacción de la oferta para reducir producción, y, pese a la fuerte caída del PIB mundial, la disminución del consumo del metal rojo no ha sido de la misma magnitud.
Mayor optimismo
“Es siempre bueno en estas situaciones de crisis, cuando dominan las urgencias, tomar una perspectiva de largo plazo”, respondió el Presidente Ejecutivo de Codelco consultado sobre su evaluación optimista de la coyuntura del mercado. “No hay razones para dudar del futuro de la industria. El ciclo (de precios bajos) va a pasar, pero no sabemos cuando”, agregó.
Arellano señaló que “los países emergentes, particularmente China, están creciendo y mantienen su consumo de cobre. Que la caída del precio sea más moderada, tiene que ver directamente con la mayor participación de la economía china y con un menor consumo de chatarra que ha obligado a ese país a recurrir al cobre de mina”.
Además, mencionó otros dos factores que apoyarán la demanda de cobre en el futuro. En primer lugar, aseguró que, después de la crisis, los consumidores retomarán inversiones que han postergado durante este período, como las compras de automóviles o casas, lo que implicará un mayor consumo del metal. En Estados Unidos, por ejemplo, en 2009 no se cumplirán los estándares normales de recambio de automóviles (14 millones al año) ni de construcción de viviendas nuevas (1,7 millones anuales), pero son gastos que seguramente serán materializado en los años siguientes.
Por otra parte, indicó que los planes de estímulo fiscal, impulsado por los distintos gobiernos en el mundo, tienen un fuerte componente de desarrollo de nueva infraestructura y energías renovables, lo que también reforzará la demanda de cobre en el mediano plazo. Consultado sobre el nivel de precios que se espera para el año, Arellano sostuvo que “no hacemos pronósticos de precio, pero estamos optimistas frente al futuro de la industria”.
Al finalizar su intervención, el Presidente Ejecutivo de Codelco ser refirió a tres áreas sobre las cuales se debe poner atención, de modo de estar en buen pie cuando comience la recuperación de los mercados. En el ámbito del capital, mencionó estar atentos al precio de los equipamientos y a la disponibilidad y precio de la energía. En el área de los recursos humanos, incentivar la formación de profesionales en temas mineros. Y, en lo que se refiere a desarrollo tecnológico, impulsar las aplicaciones de las tecnologías de la información y comunicación, así como la biotecnología, en la minería.