- "La decisión de Codelco Norte, respaldada unánimemente por toda la Corporación, es aceptar la huelga como una determinación que lamentamos profundamente, porque es el peor escenario para los trabajadores, para la División, para la empresa y para el país. Hemos hecho el máximo esfuerzo posible, ofreciendo una última oferta muy conveniente para los trabajadores y para Codelco".
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El 51% de los trabajadores de los sindicatos 1, 2 y 3 del Centro de Trabajo Chuquicamata consideró ayer que era insuficiente la última oferta de la empresa, consistente en 11,5 millones de pesos por bonos, 3 millones de préstamo blando y 3,8% de reajuste, además de una serie de beneficios muy atractivos para cualquier trabajador chileno. Esta oferta había sido largamente negociada y luego acordada con los dirigentes sindicales a partir de principios de este mes.
Codelco sabe y conoce las dificultades del trabajo del minero, sus sacrificios personales y familiares, su larga lucha por mejores condiciones laborales, pero considera que 11,5 millones de pesos es una suma enorme en un país donde el sueldo promedio no llega a 500 mil pesos.
En esta negociación está en juego un tema ético, que va más allá de los costos de una paralización. A diferencia de lo que ha ocurrido en otras divisiones de la empresa en este mismo año, una estrecha mayoría de trabajadores de Chuquicamata privilegió sus pretensiones personales, las que pueden ser legítimas. Sin embargo, olvidan que Codelco pertenece a todos los chilenos y que sus recursos van íntegramente en beneficio del financiamiento de programas sociales impulsados por el Estado.
Sabemos que siempre hay argumentos para aspirar a más en una negociación colectiva, pero también sabemos que hay un límite definido por la rentabilidad del negocio, en este caso del Centro de Trabajo Chuquicamata, por sus desafíos futuros y por una ética propia de una empresa del Estado, la principal empresa de Chile, la que más aporta a su desarrollo. Es esta ética la que todos nosotros debemos resguardar y defender, porque no es lo mismo trabajar en Codelco que trabajar en una empresa minera privada.
Por eso, la decisión de Codelco Norte, respaldada unánimemente por toda la Corporación, es aceptar la huelga como una determinación que lamentamos profundamente, porque es el peor escenario para los trabajadores, para la División, para la empresa y para el país. Hemos hecho el máximo esfuerzo posible, ofreciendo una última oferta muy conveniente para los trabajadores y para Codelco. Como División y como empresa no nos queda más que prepararnos ahora para enfrentar un período amargo en la historia de Chuquicamata y de Codelco.