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Sustitución: Alerta para el Cobre

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Jürgen Leibbrandt, gerente corporativo de Desarrollo de Mercados

Alto precio del cobre está generando sustituciones del cobre por otros productos con precio menor, dice el gerente corporativo de Desarrollo de Mercados, Jürgen Leibbrandt.

El alto precio que ha alcanzado el cobre en el mercado internacional ha sido una muy buena noticia para esta industria, ya que le ha permitido lograr los mejores resultados económicos de su historia. Sin embargo, este alto precio está generando fuertes sustituciones del cobre por otros productos que tienen un precio menor.

Por esta razón, la International Copper Association (ICA) realizó un estudio para determinar el impacto real que esto tiene en la industria cuprífera a nivel mundial, lo que permite, además, determinar las principales amenazas para el metal rojo y poder enfrentarlas de la mejor manera posible.

Jürgen Leibbrandt, gerente corporativo de Desarrollo de Mercados de Codelco, explica la importancia de este tipo de análisis. “La sustitución es un fenómeno natural, siempre presente, y que se da en ambas direcciones; es decir, el cobre es sustituido y sustituye”, dice. Explica que “en períodos de altos precios relativos y de alta volatilidad, otras materias primas -como el aluminio, el plástico y la fibra óptica- representan mayores amenazas para sustituir el cobre. Esto es de esperar ya que al no haber suficiente cobre para todas las aplicaciones, aquellas de menor valor agregado y aquellas que tecnológicamente están quedando obsoletas deben ceder y eso es lo que está ocurriendo”.

Estudios como los realizados por ICA son útiles, dice el ejecutivo, ya que permiten dimensionar los impactos y focalizar los esfuerzos de defensa y promoción, como, por ejemplo, descontinuar campañas de promoción para aplicaciones que no son defendibles.

Los mercados geográficos más afectados son precisamente los mercados maduros de Estados Unidos y Europa, en que los usos tradicionales de la tubería de cobre y las aplicaciones arquitectónicas tienen una mayor participación.

Las cifras

El estudio de la ICA muestra una sustitución, durante el año 2007, de 94.000 toneladas para la tubería de cobre, 84.000 ton para cables telefónicos, 52.000 ton para productos arquitectónicos y 31.000 ton para radiadores de automóviles, entre los más significativos.

En 2007, el consumo total de cobre semi elaborado en el mundo -incluyendo todo lo producido por las mineras más todo el material reciclado- alcanzó los 23,4 millones de toneladas, lo que representa un crecimiento cercano a las 800 mil toneladas con respecto a 2006. Sin embargo, otros productos lograron sustituir al metal rojo en 530 mil toneladas, lo que representa una importante alerta. La cifra ha ido, además, en aumento, si la comparamos a las 471 mil toneladas perdidas el 2006; otras 287 ton mil en 2005, y 133 mil en 2004.

Esto no quiere decir que la industria haya dejado de crecer, pero sí refleja que lo hizo en menor medida de lo esperado, tal como explica Jürgen Leibbrandt. “La industria creció lo que pudo crecer; los productores no fuimos capaces de proveer más cobre al mercado que las 800.000 toneladas mencionadas, teniendo en cuenta que los inventarios siguen estando en un nivel mínimo”, dice el ejecutivo. “Las fuerzas del mercado oferta-demanda, y como consecuencia el nivel de precio, están indicando claramente esta situación. La sustitución de 530 mil toneladas en 2007 es el resultado de esta condición de mercado”, agrega.

Nuevos usos y productos

Además del alto precio del cobre en el mercado internacional y la alta volatilidad de los precios para las empresas usuarias, la sustitución se explica también por la existencia de productos tecnológicamente superiores elaborados con materiales alternativos. “Interesante resulta ver en qué mercados se está produciendo una sustitución tecnológica que no será reversible en función del nivel del precio, como es el caso de la fibra óptica, que en el mercado de las telecomunicaciones es el claro vencedor. Igual cosa podría ocurrir en el mercado del aire acondicionado con nuevos productos tecnológicos de aluminio”, dice Jürgen Leibbrandt.

Ante estos casos, la industria -a través de la ICA-, está haciendo esfuerzos para desarrollar nuevos productos, que compitan con estas innovaciones, y nuevos usos competitivos a los actuales precios del cobre y que compensen las pérdidas de mercado.

Entre los nuevos productos se encuentran tubos más delgados (5 mm de diámetro en vez de 9 mm), para los equipos de aire acondicionado, y tubos de pared delgada revestidos con plástico, para el transporte de agua potable, que requieren un tercio del cobre que los tubos tradicionales.

Dentro de los nuevos usos, Leibbrandt menciona las aplicaciones de cobre en la piscicultura; aplicaciones en salud pública, por su efecto bactericida, y usos más intensivos de cobre para mejorar la eficiencia energética en cables, transformadores y motores eléctricos, en que, además de un embobinado más intensivo en cobre, “hemos desarrollado el rotor de cobre para motores de muy alta eficiencia, que contienen un 50% más de cobre que un motor estándar”, detalla el ejecutivo. “Hay otros usos como los arquitectónicos que son reversibles, es decir, se volverá a usar nuevamente en forma más intensiva cuando el costo relativo del cobre sea menor”, acota.

Cobre vs. aluminio

El gran ganador en esta contienda ha sido el aluminio, que se ha convertido en el gran sustituto del metal rojo, especialmente en el área eléctrica. Mientras que el plástico ha ido ganando terreno en el área de las tuberías y de la construcción.

Leibbrandt menciona algunos nuevos productos que podrían tener un crecimiento importante y representan también una amenaza, como los denominados “copper-clad aluminum” (alambre de aluminio enchapado en cobre), que permite reducir el consumo de cobre en el área eléctrica.

El cobre, sin embargo, tiene una ventaja sobre el aluminio en términos de impacto ambiental, ya que es menos contaminante. “Es así que su carbon footprint -es decir, las emisiones de CO2 generadas durante su producción- es 11 veces mayor para el aluminio que para el cobre. Estimamos que estos hechos, así como el grado de reciclabilidad, tendrán cada vez una mayor relevancia en la selección del material preferido”, explica Jürgen Leibbrandt.

Si bien las cifras preocupan a la industria, el ejecutivo opina que están lejos de representar una crisis, ya que es una situación previsible debido al alto precio. A su juicio, lo importante ahora es estar atentos a los cambios de los mercados y trabajar en el desarrollo de nuevas oportunidades para el cobre; especialmente si se mantiene este alto valor por algunos años más, tal como se espera.