“Apre

foto 3: Doce de estos estudiantes de cuarto medio del Liceo A-25 Eleuterio Ramírez Molina de Calama, accedieron este año a la especialización de Asistente en Geología.

ndí muchas cosas que en el liceo no aprendería; aunque te las expliquen no las aprendería. Hay cosas que la profesora no sabe y las aprendemos en terreno”. Las palabras del estudiante Sergio Chinga resumen la filosofía detrás del Programa de Formación Dual, uno de los proyectos 2008 del Fondo de Inversión Social del programa Codelco Buen Vecino.

La iniciativa, que culminó este 28 de noviembre, se enmarca en las actividades que realiza la Gerencia Corporativa de de Exploraciones en Calama como parte de su política comunitaria y consistió en dividir el aprendizaje de los estudiantes en dos instancias: el liceo, con clases y cursos teóricos y la empresa, donde los jóvenes podían aplicar y ver en la realidad los conceptos teóricos.

Los beneficiados por este convenio, que comenzó en abril de 2008, fueron 12 alumnos de cuarto medio de la especialidad de Asistencia en Geología del Liceo A-25 Eleuterio Ramírez Molina de Calama.

En tiempo real

El modus operandi del plan consistía en que el grupo se dividió en dos grupos de seis los que asistieron a la oficina de la Gerencia de Exploraciones de Calama, en forma alternada, cumpliendo horario como todos los trabajadores y desarrollando tareas encomendadas según el área en que se encontraban trabajando.

De este modo, los estudiantes pudieron desempeñarse y conocer en terreno actividades tan afines a sus estudios como sondajes, información digital, muestrera, administración y operaciones mineras, propiedad minera y gestión ambiental, seguridad y salud ocupacional.

Los responsables del programa por parte de Codelco, destacan que “siempre se buscó que los estudiantes trabajaran siguiendo los estándares de medio ambiente, seguridad y salud ocupacional de Codelco, aprendiendo en la práctica sobre las distintas materias ligadas a la geología”.

En ese sentido, destacaron el valor que tiene para jóvenes que aún cursan la enseñanza media, conocer en directo cómo se realiza el trabajo en exploraciones, con asistentes de geólogos calificados, aportando fuertemente a la relación con la comunidad.

Minería en terreno

A cambio de su participación, los estudiantes recibieron implementos de seguridad, además de un vale de colación diario, aunque claro, lo más importante para ellos fue la posibilidad de vivir en terreno la experiencia del trabajo minero.

Como señaló otro de los jóvenes beneficiados, Nicolás Montecinos, “uno va aprendiendo más estando en terreno que con una explicación en el liceo o en la oficina”. En ese sentido, le gustó trabajar donde estaban las máquinas en terreno.

Para quienes desempeñaron el rol de educadores, la tarea también resultó gratificante. Así lo describe Carlos Chacón, ayudante de geólogo, quien destacó que los jóvenes “tienen harto espíritu de superación, ganas de aprender. Eso es lo que se les recalca todos los días, que tienen que aprender lo que más puedan”.

En ese sentido, comentó que “ha sido bien bueno el trabajo con los niños y espero que venga gente que quiera y que tenga ganas de hacer las cosas”.

Apoyo para continuar

Si bien no está contemplado que la Gerencia Corporativa de Exploraciones continué el próximo año, debido a los efectos que han percibido, se han preocupado de difundir la inquietud en las empresas colaboradoras para que ellas puedan continuar implementando el plan.

Para Carlos Huete, gerente corporativo de Exploraciones, “nuestro interés es que otras empresas conozcan y se comprometan con esta  línea educativa, y también promover la incorporación al mundo laboral  de estos jóvenes  técnicos ayudantes de geología“.

Si todo sale bien, en 2009 ellas recibirán nuevos grupos de jóvenes escolares deseosos de conocer en terreno los secretos de la minería que ahora sólo han percibido en los libros y el pizarrón.