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Niños y jóvenes de la VI Región aprenden orfebrería en cobre

Dirección de Comunicaciones

 

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Collares y cajas, fueron algunos de las piezas en cobre que aprendieron a elaborar los alumnos de los establecimientos educacionales San Lorenzo y Bellavista de la localidad de Coya, dentro de una iniciativa llevada a cabo por la Coporación Pro O’Higgins.

 

Once alumnos de séptimo y octavo año básico de los establecimientos educacionales San Lorenzo y Bellavista, de la localidad precordillerana de Coya (comuna de Machalí, Sexta Región), culminaron su aprendizaje en el taller Jugando a ser orfebre.

 

La iniciativa, gestionada por segundo año consecutivo por la Corporación Pro O’Higgins (que preside División El Teniente y que agrupa a 23 empresas de la Región), tiene por objetivo incentivar a temprana edad la importancia del cobre como actividad productiva.

 

El taller, que se realiza como parte de las actividades extraescolares, se desarrolló en la Escuela de Orfebres de la localidad, alcanzando una duración semestral, que contempla una jornada semanal de 2 horas pedagógicas; completando un total de 30 horas.

 

En las clases los niños aprendieron a crear piezas como collares y cajas y a adornar botellas, productos que fueron expuestos a sus familiares y algunos miembros de la comunidad escolar.

 

“Fue muy bonito estar aquí porque esto me servirá para cuando sea grande. Me gustó mucho hacer los collares y las cajas y quiero seguir en un segundo taller. Antes de iniciar el curso pensaba que era fome, pero mis amigos que lo hicieron el año pasado lo encontraron muy entretenido, y por eso vine. Ahora yo mismo le digo a mis compañeros que vengan porque van a aprender mucho para cuando sean grandes, incluso como una profesión”, señaló el alumno Israel Urbina, del octavo básico del Colegio Bellavista.

 

Opinión que también comparte su compañera de curso, Fernanda Bastidas, quien realizó por segunda vez el taller. “No sabía qué iban a hacer esta vez, pero cuando la tía me nombró las actividades decidí quedarme y me gustó mucho. Aprendí cosas nuevas e interesantes. Es bueno volver a practicar porque la técnica es un poco difícil, requiere de mucha perfección y si algo sale mal, se debe volver a empezar”.

 

Para el correcto funcionamiento del curso, Pro O’Higgins proporcionó a ambos establecimientos educacionales los insumos y materiales necesarios para la creación de los productos.

 

“Esto les abre una puerta a estos pequeños para ejercer un nuevo oficio al cual dedicarse en el futuro. Eso sí, como los cupos son limitados, nosotros elegimos a los alumnos por buenas notas y disciplina, pero, aún así, hay mucho interés en venir a cursar el taller”, indicó María Ortega Espinoza, directora del Colegio San Lorenzo.

 

En tanto, Francisco Canessa, director del Colegio Bellavista manifestó que “aunque es minoritario el grupo que participa, por lo menos unos 15 niños pasan por esta actividad, que entendemos como complementaria a su formación general. He visto mucho interés por su parte y motivación, a pesar del mal tiempo y el frío que les ha tocado en las últimas semanas”.

 

Para agosto está contemplado realizar un segundo curso, que beneficiará a 11 nuevos escolares de Coya.