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Sewell, en camino al Patrimonio de la Humanidad

Con un almuerzo ofrecido ayer por el Ministerio de Relaciones Exteriores a los embajadores, residentes en Chile, de los países miembros del Comité del Patrimonio de la UNESCO, la postulación del campamento minero Sewell entró en su fase final para convertirse en patrimonio mundial. Sólo resta esperar la resolución de la reunión del Comité del Patrimonio Mundial, que se realizará en Vilnius, Lituana, entre el 8 y 16 de julio próximo.

La actividad, desarrollada en Cancillería, estuvo presidida por el Ministro de Relaciones Exteriores (s), Alberto van Klaveren, los ministros de Educación, Martín Zilic, de Cultura, Paulina Urrutia, y Bienes Nacionales, Romy Schmidt; y la Directora de la DIBAM, Nivia Palma. También asistieron ejecutivos de Codelco, encabezados por Francisco Tomic, Vicepresidente Corporativo de Desarrollo Humano y Finanzas.

Durante su intervención, el ministro Van Klaveren pidió el apoyo de los países miembros del comité del Patrimonio, a través de los embajadores asistentes al almuerzo, para proyectar al mundo el gran valor que representan el campamento minero Sewell, en el área cultural y patrimonial. Además, señaló que “Chile está comprometido con la preservación y restauración de Sewell y nuestro interés está en contribuir a ampliar la lista de sitios protegidos para beneficio del patrimonio universal”.

Sewell, ubicado a 2.200 metros de altitud, se construyó en forma de escalera en plena Cordillera de los Andes, asemejando a una ciudad que se derrama por el cerro. Sus edificios e instalaciones muestran ingenio y calidad, al usar la madera y el acero con magníficos resultados.

El origen de Sewell se remonta a 1905, cuando el Gobierno de Chile autorizó al ingeniero de minas estadounidense William Braden a explotar la mina de cobre El Teniente. Braden construyó caminos, una planta concentradora, campamentos y un tren que unía este lugar con Rancagua. El campamento fue creciendo y en 1968 albergaba a 15.000 mineros y sus familias.