El Presidente Ejecutivo de Codelco, José Pablo Arellano, junto al vicepresidente corporativo de Codelco Norte, Sergio Jarpa, dio importantes detalles sobre las medidas que ha adoptado la empresa para mitigar el impacto del accidente ocurrido en la mina de Chuquicamata. Ambos visitaron en el día de ayer las instalaciones dañadas, donde dialogaron con quienes están trabajando en el lugar y con dirigentes sindicales de Codelco Norte.

En conferencia de prensa, previa a un viaje al Congreso que realizaron ambos ejecutivos para explicar detalles del incidente ante la comisión de minería del Senado, Arellano recordó que inicialmente se había estimado una disminución en la producción de alrededor de 960 toneladas diarias de cobre fino. No obstante, informó que ahora “nos estamos planteando lograr una mitigación de entre 30% y 40% de esas 960 toneladas originales. Ya se han iniciado medidas de mitigación que han tenido efecto desde la primera semana y que van desde dar mayor continuidad en las operaciones y utilización de equipos que estaban en desuso, entre otros”.

Por otra parte, llamó a no especular, a pocos días de lo sucedido, sobre cuál es el costo de este accidente para Codelco, ya que aún se están realizando las labores de despeje y acceso al sector afectado.

Asimismo, anunció la decisión de realizar una auditoría técnica que determine las causas exactas del accidente y aclare las eventuales responsabilidades. Con el fin de que “todos tengan seguridad del informe que ahí se emita, respecto de las causas que produjeron este evento”, el Presidente Ejecutivo explicó que se contratará a una empresa internacional del mayor prestigio.

Junto al vicepresidente corporativo de Codelco Norte, rechazó también versiones que señalaban que hace un tiempo atrás se habría detectado fallas en el sector. Arellano afirmó que los antecedentes registrados por monitoreos estándar no arrojaron “ninguna señal de alerta de alguna situación anormal dentro de ese túnel”.

Priorizarán seguridad del personal

El Presidente Ejecutivo sostuvo además que, aunque todavía es temprano para dar una estimación exacta de cuándo se va a normalizar completamente el proceso productivo del área afectada, esta labor “va a tomar varias semanas y creemos que un plazo cercano a los tres meses”. Sin embargo, reiteró que la primera prioridad es la seguridad de los trabajadores. “Si es necesario demorarnos un poco más en restablecer la plena producción en ese sector, lo haremos, pero vamos a poner en primer lugar la seguridad de las personas”, enfatizó.