A un acuerdo global en el que sólo el diálogo y el trabajo participativo entre los trabajadores y la administración de Codelco permitirá asegurar su futuro de manera competitiva y sustentable, llegaron hoy -21 de octubre- autoridades de gobierno; trabajadores, supervisores y la administración de Codelco, la mayor productora de cobre del mundo, durante la realización del Seminario Internacional Participación, Gobernabilidad y Competitividad, organizado por la Federación de Trabajadores del Cobre (FTC) y Codelco-Chile, en el Espacio Riesco.
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Durante la primera sesión del seminario, en la que se analizó el modelo de gobernabilidad de Codelco, denominado Alianza Estratégica, el ministro (s) de Minería, Mario Cabezas; el Presidente Ejecutivo de Codelco, Juan Villarzú; el presidente de la FTC, Raimundo Espinoza; y el presidente de la Federación de Supervisores del Cobre (FESUC), Osvaldo Villar, concordaron que pese a las debilidades que aún enfrenta el modelo éste ha resultado exitoso ya que se han alcanzado con creces muchas de las metas propuestas en el Proyecto Común de Empresa (PCE), suscrito entre los diferentes estamentos el año 2000.
La Alianza Estratégica fue acordada entre los trabajadores y la administración de Codelco el año 1994, y se tradujo en la identificación de intereses comunes, la adopción de una visión, valores y estilo de gestión, que han sido compartidos por todos quienes conforman la Corporación, traduciéndose en la adopción de las mejores prácticas de gestión.
Propiedad estatal
En su intervención el ministro (s) de Minería, Mario Cabezas, reiteró que la propiedad de Codelco debe mantenerse en manos del Estado, pero que ésta debe funcionar lo más parecido a una sociedad anónima en términos de transparencia y atribuciones del directorio para lograr enfrentar de manera competitiva los nuevos desafíos que exigen una economía moderna.
En ese contexto, señaló Cabezas, es preciso que los dirigentes sindicales y la administración de Codelco se sienten nuevamente a conversar para estructurar un nuevo pacto de gobernabilidad a la luz de las nuevas exigencias del mercado.
Al respecto, el Presidente Ejecutivo de Codelco, Juan Villarzú, sostuvo que hoy se le presentan a la empresa tremendas oportunidades para mantener su liderazgo como mayor productor de cobre del mundo ante la creciente demanda del metal que naciones como India y China están solicitando. En ese escenario, puntualizó, es vital que trabajadores y la administración se unan en forma colaborativa y no confrontacional para sacar adelante el Plan de Negocios de Codelco y que implica, a grandes rasgos, aumentar de 1,7 millón de toneladas al año la producción de cobre a 2,6 millones de toneladas y para lo cual se requiere una inversión de unos US$ 15 mil millones.
Al hacer una evaluación del modelo de la Alianza Estratégica, Juan Villarzú aseguró que han sido muchos los logros, pero también las dificultades. Entre los primeros, destacó el cumplimiento de la reducción de costos en diez centavos más de lo pactado, entre el lapso 1994-1999; el aumento de excedentes al Estado, los que pasaron de US$ 6.000 millones en el período 1994-1999, a más de US$ 10.000 millones proyectados para el período 2000-2005; y la duplicación del valor económico de la empresa entre el año 2000 al año 2006.
Respecto de las dificultades, precisó que la administración “aún no ha sido capaz de generar un cambio cultural, desde una cultura paternalista y autoritaria a una participativa; y que aún persisten en el mundo sindical tensiones entre quienes suscriben el Proyecto Común de Empresa y quienes quieren validar y defender sus legítimos intereses”.
Trabajo participativo
De manera clara y enfática, el presidente de la Federación de Trabajadores del Cobre, Raimundo Espinoza, llamó al futuro gobierno a propiciar un trabajo colaborativo y participativo de los trabajadores en Codelco y no confrontacional, “porque de lo contrario es muy probable que enfrentemos dificultades”.
Asimismo, señaló que aún existen dos desafíos principales por asumir, uno es seguir demostrándole al dueño, el Estado de Chile, que los cerca de US$ 10 mil millones que se han invertido en la empresa han dado frutos y, el segundo, abordar la forma de trabajar y proteger a los trabajadores contratistas de manera seria y responsable.
Por su parte, el presidente de la Federación de Supervisores del Cobre (FESUC), Osvaldo Villar, también evaluó positivamente los resultados de la Alianza Estratégica, ya que ella ha posibilitado establecer una forma de trabajo de confianza y respeto.
Institucionalidad
Jorge Awad, director de empresas, aseveró que aún quedan muchos temas pendientes que resolver en Codelco como el problema de la tercerización de los servicios e iniciar cambios en la institucionalidad de la empresa. Sobre este último punto, precisó que es necesario adaptar la estructura de la Corporación a las nuevas exigencias, ya que ello es condición necesaria para que la Alianza Estratégica tenga proyecciones en el largo plazo.
Aseveró, además, que la confianza alcanzada entre el presidente de la FTC, Raimundo Espinoza; y el presidente ejecutivo de Codelco, Juan Villarzú, es irrepetible. Es el momento para que el mundo valore la cultura de entendimiento basada en la confianza que se da en Codelco, donde un máximo dirigente sindical como Raimundo Espinoza se comunica franca y abiertamente con el máximo ejecutivo de la empresa. Porque las grandes empresas no cambian, cambia su gente, pero no su cultura y acá ésta tiene un gran valor.
Asimismo, el ministro del Trabajo y Previsión Social, Yerko Ljubetic, también insistió en la necesidad de regular aún más y generar mejores condiciones de trabajo a los subcontratistas. Codelco debe ser una empresa emblemática para el país en todos los sentidos, por ello debe funcionar con modalidades de subcontratación que aseguren un empleo más justo, en concordancia con el desarrollo tecnológico mundial. En ese afán tiene la obligación de ser competitiva, pero no por ello puede caer en lo que hoy día se denomina precarización del empleo a través de la tercerización, una modalidad que lamentablemente hoy en día ocupan las empresas, para aumentar las distancias entre el empleador y sus trabajadores y para desentenderse de sus obligaciones.