Los siete niños que integran el conjunto Pat Ta Hori, de la localidad de Chiu Chiu, que esta mañana recrearon temas y poemas andinos en la Casa Central de la Universidad de Chile, fueron los mejores representantes de los pueblos atacameños durante la presentación oficial de Kunza, el primer diccionario de la lengua del pueblo atacameño o lickan antai que editó Codelco.
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La música y cantos de los alumnos de la escuela San Francisco de Chiu Chiu, pertenecientes a comunidades indígenas lickan antai, aymara y quechua, entregaron el marco perfecto para el evento que fue encabezado por el ministro de Cultura, José Weinstein; el subsecretario de Mideplan, Jaime Andrade; el director de la Conadi, Aroldo Cayun; y el Consejero Jurídico de Codelco, Waldo Fortin, en representación del Presidente Ejecutivo, Juan Villarzú, entre otras importantes autoridades.
Durante la ceremonia, el ministro de Cultura destacó el apoyo de Codelco en esta recuperación de una lengua, considerada hoy oficialmente muerta. Recalcó que este tipo de iniciativas son parte de un todo en el trabajo que realiza el Estado chileno en pos del respeto de la diversidad cultural que en este mundo globalizado “para nadie es un misterio que está amenazada”. De no estarlo, señaló el ministro, no se estaría proponiendo firmar en la Unesco un acuerdo para la protección de la diversidad cultural a nivel mundial. Y para que exista cultura debe existir lengua, dijo Weinstein. Además destacó que el diccionario fuera repartido como material de estudio en las escuelas del norte grande y en las bibliotecas del país.
Cultura y cobre
“Algunos se preguntan por qué en Codelco hacemos cosas distintas a la producción de cobre, como es este diccionario”, empezó su presentación el Consejero Jurídico de Codelco, Waldo Fortin. Y se respondió citando a un autor argentino que definía el verbo y la palabra como “dar vida”. Este diccionario, señaló Fortin, es otra riqueza de vida que entrega Codelco al país, además de las divisas.
La edición de este diccionario, financiada por Codelco, vio la luz tras años de sueños y esfuerzos personales: el trabajo de recopilación comenzó a principios de los años ’90 a cargo del artesano atacameño, Julio Vilte Vilte, quien falleció trágicamente años después en un accidente en moto.
“Julio era oriundo de Toconao, atacameño de corazón y conocedor de todo el territorio en que habita su pueblo. Y para nosotros, apoyar a Julio Vilte era apoyar también a nuestro principal centro productivo, ya que éstos funcionan mucho mejor cuando las relaciones con la vecindad son armónicas, amistosas y francas”, dijo durante su presentación, Iván Badilla, jefe del proyecto, en representación de Codelco.
Badilla destacó particularmente el rol que jugó el fotógrafo Claudio Pérez para que este documento se hiciera realidad: tras haber participado inicialmente en este sueño, Pérez –cuyas imágenes ilustran el diccionadio kunza- recuperó el manuscrito tiempo más tarde e hizo partícipe a Codelco de la iniciativa.
Este primer diccionario kunza-castellano/castellano-kunza, compuesto por alrededor de 900 palabras, ya ha sido entregado a diversas escuelas de la II Región, para que los niños y niñas de origen atacameño rescaten parte de su historia, mediante el conocimiento escrito de su lengua. El libro se distribuirá además en las principales bibliotecas de la Región Metropolitana y próximamente estará disponible en www.codelco.com
El atacameño, una lengua prohibida
Desde antes de la llegada de los españoles, los atacameños ya conocían del dominio extranjero y de las lenguas que éstos tenían. El quechua y aymara fueron los idiomas que primero se impusieron sobre el kunza y fueron postergando su uso, el que se fue remitiendo a actividades más ceremoniales. Siglos después y con la llegada del castellano, el kunza simplemente se prohibió y su uso fue penalizado por las autoridades de la época.
Julio Vilte, por iniciativa propia, comenzó a recopilar palabras en kunza y a ponerles su significado en castellano. Comenzó así a elaborar el primer y único diccionario kunza-castellano que hoy se conoce. Cuando ya había comenzado su tarea y las primeras líneas del diccionario se escribían, la división Codelco Norte tomó contacto con él para ver la posibilidad de publicar su trabajo una vez que éste estuviera concluido.
Varios años pasaron desde la muerte de este artesano de Toconao antes que su anhelado proyecto se retomara y Codelco se propusiera rescatar lo que hasta entonces había recopilado.
Este diccionario no está concluido, y en la primera reunión en que se presentó este trabajo a todos los presidentes de las diferentes comunidades atacameñas, se adquirió el compromiso para que entre todos ellos y Codelco se fuese enriqueciendo esta obra para así, en algunos años más, poder hacer una nueva edición, más completa y poder también así rendirle el mejor homenaje a Julio Vilte Vilte: continuar la obra de atesorar su lengua.